Dicho así parece que el nuevo arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela es algo así como Puigdemont, un prófugo de la justicia al que ha habido que excarcelar porque no pudo huir a Waterloo, pero obviamente no es exactamente así. O sea, sí que el Papa ha sacado al nuevo arzobispo de la cárcel, pero no porque estuviera preso sino porque era el capellán de la cárcel de Castellón, y porque es Director de Pastoral Penitenciaria de la CEE.
X
En la carta que don Florencio ha remitido a la Iglesia de Pamplona y Tudela, para ir de algún modo presentándose a los fieles y al conjunto de la sociedad, el nuevo arzobispo recuerda que al ser elegido Papa Francisco declaró que parecía que los cardenales habían ido a buscar un nuevo Papa al fin del mundo, y que de algún modo algo parecido le ha ocurrido a él, que “el Santo Padre ha ido a la celda de una prisión a buscar un obispo para Pamplona y Tudela”.
X
Aparte del capítulo de saludos, presentaciones y agradecimientos, este nuevo obispo nacido en Alcorisa, un pueblo de Teruel, pide a todos ayuda y comprensión “para que me ayudéis a ser el Obispo que necesita la Iglesia de Pamplona y Tudela. No tengo experiencia de Obispo, y por eso más que nunca os necesito a mi lado para que me acompañéis en mi nuevo y estrenado ministerio”.
X
El nuevo Obispo afirma haberse encomendado inmediatamente a San Saturnino y a San Fermín para poder llevar a cabo su nueva labor, y en su condición de mercedario (“Pertenezco a una Orden religiosa profundamente mariana”) se pone por tanto asimismo bajo la protección de Santa María la Real.
X
Por lo que respecta a las autoridades locales y autonómicas. Don Florencio se ofrece a “dialogar y colaborar para construir entre todos una sociedad más justa y solidaria en Navarra. Deseo superar diferencias y acortar distancias. Hago mías las palabras del Papa Francisco en Lisboa, en la JMJ, “en la Iglesia caben todos, todos, todos”.
X
Bienvenido, don Florencio, aquí le esperamos.
X