Una de las notas más lamentables de la recuperación de la normal celebración de los Sanfermines ha sido la recuperación de las anormalidades sanfermineras. La anormalidad más llamativa es esa persistente violencia nacionalista y ultraizquierdista, que en un momento dado decidió que no se pudiera llevar a cabo la celebración oficial del Riau-Riau, o que la procesión de San Fermín no pudiera discurrir con normalidad por la calle Curia. La violencia nacionalista y ultraizquierdista también ha decidido que la Plaza de Toros es suya y que sólo las peñas de la Federación bajo su control pueden bajar a la arena con sus pancartas.
que acaba siendo reventado por los impresentables de siempre. pic.twitter.com/IO5NcSAxoW
— PEÑA POMPAELO (@PompaeloSF) July 6, 2022
ETA no mata, pero estamos muy lejos de vivir en normalidad. Entre el asesinato y la normalidad existe, pese al actual discurso del PSOE y sus socios, un amplio margen para las acciones anormales. Entre la normalidad y el asesinato cabe toda la mafia. Entre la normalidad y el asesinato caben las agresiones, la violencia contra negocios, bienes y propiedades, las amenazas, los señalamientos y las persecuciones a familiares. Por alguna extraña razón aquí se ha decidido que basta con que ETA no mate y que todo lo demás, si lo practica la extrema izquierda nacionalista, es tolerable.
https://twitter.com/SrDTuitero/status/1547925581106270212
Asiron el narizón , feliz como una perdiz , sabiendo que sus cachorros la están liando contra todos los que no piensan como ellos , ese es el fascismo de verdad , todo mi apoyo a los demócratas que sufren el acoso de los verdaderos FASCISTAS pic.twitter.com/0TiZOjTFLO
— Cris (@Cris_Carcas) July 9, 2022
A tal punto no se desea el fin de toda esa violencia que cabe entre el asesinato y la normalidad, y a tal punto la están convirtiendo en estructural que cabe homologar democráticamente a quienes no condenan esa violencia. No sólo es que la Peña Mutilzarra puede esperar sentada a que el resto de peñas condene las agresiones, insultos y amenazas contra ella, sino que cuando la policía detiene a alguno de los posibles responsables de esas agresiones, insultos, coacciones y amenazas, los detenidos reciben el apoyo no sólo de determinadas plataformas y colectivos, sino hasta el de SORTU, la fuerza dominante de BILDU, el socio prioritario del Gobierno de Navarra y del Gobierno de España.
🔴 OHARRA-NOTA https://t.co/YNTk8pRLmH pic.twitter.com/FCuBnbP7g9
— Sortu Iruñea (@SortuIrunea) August 9, 2022
Aceptar que el nacionalismo ya no mate pero agreda, señale, insulte y amenace, y que fuerzas nacionalistas que están en el poder, ponen presidentes y condicionan gobiernos no condenen esa violencia, es convertir esa violencia en estructural, homologarla, normalizarla, eternizarla. ¿Acaso se encuentran cómodos con esa violencia toda la izquierda y todo el nacionalismo que no exigen para hacer política con alguien que rechace esa violencia?
Ninguna sorpresa: los proetarras no condenan el ataque de los proetarras al hijo de Carlos Iturgaiz. Habría sido condenarse a sí mismos. Son coherentes y constantes en la violencia y la infamia. Seguid llamando aliados a esta gente, Patxi López y PSOE.https://t.co/YeYw2y14ie
— Edmundo Bal (@BalEdmundo) August 8, 2022
En Mutriku se suspenden actos de sus fiestas tras el boicot de los cachorros de ETA a una joven compañera ertzaina.
Le instaron a no participar en las fiestas y no volver a la zona de las casetas.
De todos es sabido como hacen boicot los proetarras y te invitan a irte… pic.twitter.com/MKbe2na6b6
— Jucil Nacional (@jucilnacional) July 22, 2022
¿Es la izquierda abertzale la única que no quiere acabar con esa violencia?
A fin de cuentas es jugar con ventaja, aunque sea fuera de la democracia, que la gente pueda vivir tranquila pensando lo mismo que los violentos o ser perseguido si les lleva la contraria. Denunciémoslo con claridad: a fecha de hoy no sólo es que para vivir tranquilamente en muchos lugares de Euskadi, Navarra o Cataluña hay que pensar como piensa el conjunto de fuerzas nacionalistas y de extrema izquierda que ahora nos gobiernan, sino que el conjunto de fuerzas nacionalistas y de extrema izquierda que ahora nos gobiernan parecen bastante cómodos con esa situación. Desde luego no están lo bastante incómodos como para exigirle a Bildu y a su organización directriz, SORTU, que condene esa violencia o se arriesgue a ser ilegalizada, o como mínimo quede sometida al cordón sanitario del resto de fuerzas del arco parlamentario.
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2 respuestas
El problema va ser cuando la democracia les diga que se tienen que ir a la oposición, muchos de ellos entonces perderán la nómina y volveran al paro o a servir cervezas en uan herriko taberna si tienen suerte. Entonces volveran con más violencia todavía
Son los camisas pardas del nacionalismo vasco.