Con intención de establecer comparaciones con el principal personaje de la obra más importante de la literatura española, surgió el término quijotada, reconocido por la Real Academia Española (RAE) y definido como lo dicho de alguien que “antepone sus ideales a su conveniencia y obra de forma desinteresada y comprometida en defensa de causas que considera justas´´.
Podría decirse eso mismo de los ingenieros sociales con mención en “totalitarismo de género” (¿por qué no?), en la medida en la que perseveran mientras que buena parte de la derecha evade, lamentablemente, las cuestiones culturales (en otras palabras, las llamadas “culture wars“). Pero nos encontramos en conflicto con el concepto de “justicia”.
El caso es que, durante el acto de toma de posesión del comunista García Montero como director del Instituto Cervantes, esa vicepresidenta más bien conocida por negar titularidad alguna para el dinero público, ha hecho referencias a El Quijote, en palabras discursivas dirigidas a quien va a dirigir el organismo cultural estatal en cuestión, con lo siguiente:
Llevas el mejor nombre: Cervantes. Hay que proteger a don Alonso, pero también a Sancho, a Aldonza y a Dulcinea, porque no hay mejor cultura que la igualdad.
Uno podría también no darle importancia, pero eso sería un craso error. Podría ser que esta burócrata de turno acabare tratando de hacer experimentos de ingeniería social sobre esta obra literaria, para tergiversar, bueno, más bien, difundir y adoctrinar así a escolares y ciudadanos de muchos países en conceptos tales como el feminismo y el homosexualismo. Como se puede ver, nada justo.
Dicho esto, atreviéndonos a especular, podríamos acabar leyendo versiones revisadas que incluyeran el “lenguaje no sexista”, pasajes lésbicos en lo relacionado con la huérfana Marcela, alguna escena de violencia “machista” que omita la “feminista”, o la supresión de la dicha según la cual, el hidalgo manchego le dice a Sancho que la libertad es uno de los dones más preciados.
Eso sí, por puntualizar, parecería que han errado metaforizando el episodio de la quema de libros. Sabemos todos que los totalitarios de género buscan censurar los contenidos bibliográficos de los conservadores, pero es por persecución ideológica, no por patologías psiquiátricas que en la era quijotesca eran difíciles de diagnosticar, ante una medicina no tan desarrollada.
En cualquier caso, no se sabe qué será de lo más importante del patrimonio cultural nacional. Pero, aprovechamos para rogarle a los burócratas de turno que respeten nuestro legado literario y dejen de intentar adoctrinar y manipular a las basas en base a unas teorías marxistas, liberticidas, contrarias a la antropología humana y la familia. Y nosotros, seamos quijotescos.
Un comentario
Respeto a nuestro legado cultural en este sitio.
euthanasia, download (tecla intro-ducir), culture wars.
Ya sé que borrarán este mensaje porque no tienen argumentos de réplica .