Falta menos de un mes para las elecciones generales y vemos, por un lado, lo que está pasando, y por otro las encuestas que se están publicando. Respecto a esto segundo, resulta difícil extraer consecuencias porque las encuestas fallan, o mienten, pero últimamente no suelen dar en el clavo. No obstante, puede que sí nos estén dando algún dato.
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En cuanto a lo que está pasando, la pregunta es dónde está el foco del debate. Ahí la izquierda va ganando. Si el foco del debate durante la campaña es Franco, el feminismo y las promesas de más y más gasto “social”, Pedro Sánchez gana. Si se habla de Cataluña y la amenaza independentista, Sánchez pierde. Hay que reconocerle a Pedro Sánchez que de momento está poniendo el foco del debate donde le conviene. Ayudado, bien es cierto, por la abrumadora superioridad mediática de la izquierda.
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El éxito de Sánchez de fijar el foco fuera de la amenaza separatista puede ayudar a interpretar los datos de las encuestas. Los datos de las encuestas nos dicen que efectivamente puede que Sánchez esté controlando los temas de debate y que la derecha tenga un problema con la fragmentación del voto. Con una intención de voto conjunto que oscila entre el 45% y el 50% según la encuesta, el centro-derecha no llega a una mayoría absoluta que hubiera conseguido el PP con holgura.
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El éxito para el centro-derecha, probablemente, sería que el día de las elecciones el votante medio español estuviera respondiendo a la pregunta: ¿qué gobierno preferirían tener en España los separatistas?, y que votara el gobierno opuesto. Obviamente el PSOE tendría un problema con esto porque todo el mundo sabe que el nacionalismo prefiere un gobierno de Pedro Sánchez.
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Que no se consiga tener el foco del debate permanentemente en Cataluña, aunque sea el problema político más importante del país con diferencia, no implica que el centro-derecha no entre en el resto de debates si no le queda más remedio. A fin de cuentas todas las propuestas “sociales” que propone la izquierda son el tipo de propuestas que llevan a un país a la ruina y a resultados “sociales” catastróficos. La izquierda, paradójicamente, se siente cómoda en los asuntos económicos y sociales pese a que sus resultados son pésimos en ambos campos allá donde ha estado gobernando durante bastante tiempo. Cuanto más radical y duraderamente ha sido aplicado en cualquier país del mundo un recetario izquierdista, más lamentable para la gente ha sido siempre el resultado. Caso más evidente: Venezuela. ¿Por qué sin embargo la izquierda se siente cómoda con estos asuntos? Porque la derecha lleva décadas sin dar la batalla de las ideas. A ver cómo lo resolvemos en 27 días.
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Se hable de ello más o menos, por otro lado, en Cataluña existe un grave problema de convivencia.
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En Cataluña ellos, los separatistas, ya deciden quién puede celebrar un mitin en campaña electoral y quién no.
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Ellos ya deciden qué banderas se pueden llevar por la calle y cuáles no.
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Ellos deciden quién es fascista y quién no. Y al fascista se le suspenden sus derechos y se le agrede.
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Todo esto ya lo hemos visto aquí, y ahora está pasando en Cataluña.
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En vez de hablar de esto, Pedro Sánchez coge el dinero de todos, hace una lista de cosas populares en qué gastarlo y hace que todos sus medios pongan el foco ahí en vez de en la violencia que se desata en Cataluña.
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Otro asunto importante si no para la campaña sí para la convivencia en este país y el derecho a la libertad de expresión y de pensamiento es la necesidad de acabar con la dictadura de lo políticamente correcto.
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Un ejemplo reciente de esta pérdida de la libertad de no ser de extrema izquierda es lo que le ha sucedido al periodista navarro Javier Lorente Doria. Efectivamente, Doria es más bien un periodista de perfil izquierdista, pero ello no ha impedido que haya padecido un linchamiento en Twitter por comentar una foto de la tránsfuga de Podemos Fanny Carrillo. Al habérsele ocurrido al periodista comentar la vestimenta de una parlamentaria mujer e inmigrante, diciendo que empezaban las rebajas del Decahtlon, le ha caído un alud de insultos y amenazas al amparo de que es un xenófobo, un matxirulo y un fascista. Como consecuencia, Doria ha anunciado que abandona Twitter.
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La libertad de expresión se acaba con el derecho a sonarse los mocos en la bandera española o a profanar formas consagradas
Obviamente Doria no merece la que le ha caído, pero de algún modo, y esto no justifica en absoluto a todos los cafres que le han insultado y amenazado, es víctima de la misma corrección política que él y otros muchos como él han defendido. El alud de improperios que le ha caído, por otro lado, es el que les cae todos los días a las personas que desafían la tiranía de lo políticamente correcto. A Doria no le ha sucedido nada que no le suceda a cualquier persona que cuestione la ideología de género, la inmigración sin control, el feminismo radical, el aborto, el déficit público, los impuestos, la leyenda negra, la santidad de los presus politics, la bondad de corazón de los txabales de Alsasua… O te haces uno de ellos, o te vas, o te conviertes en un héroe de los marines espaciales. La violencia, el acoso y el ciberbullying funcionan porque la tercera opción es, lógicamente, la menos elegida por la mayoría del personal.
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Al margen de lo conveniente o inconveniente que sea hablar de ellos durante una campaña, España tiene 4 graves problemas.
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1-La amenaza golpista-separatista que sigue en marcha, que en Cataluña sigue adoctrinando desde los colegios y los medios públicos, que ha llenado las calles de taldes violentos dedicados a la kale borroka y que permanece a la expectativa para tratar de aprovecharse de la debilidad del gobierno de España.
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2-La dictadura de lo políticamente correcto en virtud de la cual aquí ya no se puede cuestionar apenas nada del catecismo progre sin que te monten un Doria.
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3-El desbarajuste económico que todavía tenemos por delante si la economía sigue yendo bien.
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4-El desbarajuste económico que tenemos por delante si resulta que la economía se tuerce.
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3 respuestas
La izquierda se siente cómoda en asuntos económicos y sociales. A diferencia de NC, no lo veo paradójico. La izquierda sabe que tiene mucho voto entre la gente subvencionada, los parados, las rentas básicas, el PER, todo ese tipo de cosas. ¿Por qué? Porque a pesar de que implica déficit y subida de impuestos, eso les trae sin cuidado a todos los beneficiarios de las “políticas sociales” porque intuyen que el inevitable aumento de la carga fiscal no va con ellos. Que se j… los demás. Mientras yo pueda vivir sin dar un palo al agua …
coñe cuenco , pues lo ha dicho usted de manera cruda pero clara , y por desgracia es así. Al grito de ¡que paguen los ricos! es en realidad , que se jodan los que tienen nómina por encima de los 1500 euros y vivamos a costa de ellos. Es triste , pero es así , y a ver quien pone el cascabel al gatos. La izquierda parte de que ese 30% lo tiene seguro , y luego parte del voto de los acomplejados que se creen ese discurso y que tienen que pedir perdón por su esfuerzo y tienen “mala conciencia” porque son víctimas del marxismoo cultural
Sí señor, que se jodan los pobres!
Luego seréis de los que van a misa todos los domingos y comulgan, no?
Y por supuesto con seguro médico privado, y colegios privados para los hijos, es mejor no mezclarse con ese 30% de basura que encima votará a la izquierda….