Ramírez añade que “la única salvedad que impuso el PSN fue que los órganos de seguimiento de los convenios que pudiésemos hacer con la CAV en ningún caso pudieran ser considerados órganos políticos”. Aunque a Nafarroa Bai le pareció una triquiñuela absurda no denominar "políticos" a esos órganos, accedió a la petición de los socialistas. Maiorga explica respecto a esta cuestión semántica que para los socialistas "eso era, de alguna forma, su salvaguarda”.
Cuando al líder navarro de EA se le pregunta si al menos habían tenido que renunciar a modificar la ley del vascuence, Ramírez dice que “Tampoco. En el acuerdo se abría la puerta a la modificación y ésa fue una exigencia de EA. Eso se planteó, se abría la puerta en el acuerdo y estaba recogido. El PSN, por supuesto, lo tuvo que aceptar y lo aceptó”.
Navarra Confidencial ya dio cuenta en su día de las informaciones que ahora confirma Ramírez. La exigencia de Begoña Errazti de crear un órgano común, aunque se le diera otro nombre para despistar, y el pacto secreto de los Pirineos, donde se habría acordado tanto la creación de una multitud de órganos sectoriales en vez de uno sólo como el desbordamiento de la ley del vascuence.
Finalmente, se le pregunta a Mairoga Ramírez si va a tener la ruptura de las negociaciones influencia en los ayuntamientos donde PSN y Nabai sí cerraron acuerdos. Cuidado con la futura inestabilidad municipal, porque Maiorga responde que “Indudablemente que sí. En todo momento quedó claro, y fue una exigencia del PSN, que estos acuerdos eran acuerdos exclusivamente de investidura”. Una prueba más de que los pactos entre Nabai y el PSN sólo sirven para traer conflicto y caos a Navarra.
A falta de saber si los socialistas confirman o desmienten todo lo afirmado por Maiorga, en la calle ya se habla jocosamente de “las actas” de las reuniones entre Nabai y el PSN, y se pide que se muestren junto a las de las reuniones secretas con la ETA.