Según anunciaba hace unas semanas el diario La Verdad de Murcia, Manuel Torres anunció durante la clausura de las Jornadas Nacionales de Comunicación y Defensa celebradas en la Escuela de Infantería de Marina General Albacete Fuster, en Murcia, que la empresa navarra Mtorres ha diseñado el primer prototipo de submarino con un casco fabricado en fibra de carbono, material que Mtorres ya usa para la fabricación de aviones.
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La empresa señala que pasando la tecnología de los aviones a los submarinos y fabricando un sumergible de este material se reduce considerablemente el coste, el peso y el tiempo de fabricación. Además, “soporta el doble de carga, presenta menores problemas a la hora de su fabricación y no tiene problemas de corrosión”. Mtorres fabrica componentes para el caza “invisible” estadounidense de última generación F-35.
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Manuel Torres preveía presentar el primer diseño a Navantia y el Ministerio de Defensa este mismo mes de noviembre, sin embargo, se mostró crítico y lamentó que con mucha frecuencia, cuando en España se hace algo novedoso, «no nos hacen ni caso y tenemos que irnos fuera». El empresario señaló que “los españoles tenemos una mala genética en este sentido, sólo sabemos restar, no sabemos sumar ni multiplicar”, menospreciando siempre nuestras capacidades, “pero resulta que a veces lo hacemos nosotros y se lo acabamos vendiendo a los estadounidenses”. Por este motivo Manuel Torres anticipó que “si no nos hacen caso, iremos con la música a otra parte y lo siguiente es Estados Unidos porque es el mejor sitio para venderlo”.
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Según amplía La Opinión de Murcia, la idea de Mtorres es aplicar la tecnología de fibra de carbono para construir “submarinos-caza”, extremadamente ligeros, maniobrables y capaces de sumergirse a una profundidad de 1.000 metros, ante lo cuales “los submarinos nucleares serían vulnerables”.
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Un comentario
Efectivamente Sr. Torres. En los EEUU el 65% de los jóvenes se autoemplea, en Europa el 40% sin embargo, en España solamente el 3%. En EEUU se valora asumir riesgos aunque se fracase y se celebra el éxito personal como en ningún otro sitio. En España se desprecia y ridiculiza el fracaso, y se desdeña y ataca al que tiene éxito. En una encuesta realizada entre universitarios españoles, el 70% manifestó su deseo de lograr un puesto de trabajo en la Administración. Por lo tanto, no es extraño que en España tengamos pocos M.Torres y demasiados P. Iglesias, P. Sánchez, U. Barkos, o J. Asirón. Así nos va.
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