El líder de Podemos se ha cubierto de gloria al pedir en el Parlamento Europeo el pleno reconocimiento de la “hipersensibilidad electromagnética”.
La hipersensibilidad electromagnética es la alteración de la salud que supuestamente provocan determinados aparatos que emiten radiaciones, como los móviles, las antenas, los microondas o todo tipo de aparatos electrónicos.
Decimos supuestamente porque, en la práctica, décadas de estudios garantizan la seguridad e inocuidad de todos estos aparatos.
En este caso podemos apelar incluso a lo escrito en su blog por el poco sospechoso Javier Armentia:
El otro día (*) estuve charlando con un presunto experto que está tan preocupado por las ondas electromagnéticas que se dedica a asesorar a gente que tiene fobia a las mismas y, de paso, a escribir sobre lo saludable que es huir de los campos electromagnéticos y usar el feng shui para decorar nuestra vida. Por supuesto, para él la realidad de todos esos terribles males de la sociedad moderna está fuera de duda, y los médicos son cooperadores necesarios (o ignorantes cuando menos) de la maldad de unas compañías que están empeñadas en irradiarnos la salud.
Su discurso de terror soslaya o ignora los estudios científicos que llevan decenios siguiendo los posibles efectos de las radiofrecuencias que usamos desde hace más de un siglo (ciertamente más en los últimos años, con la telefonía móvil y el wifi y todo eso que tan mal rollo le da a mucha gente) porque las conclusiones son siempre que, por lo que sabemos, no hay nada tan malo como para preocuparnos, y que estableciendo un principio de precaución parece suficiente con cumplir las reglamentaciones existentes, más que protectoras.
De nada vale que los organismos internacionales hayan comprobado que los síndromes de hipersensibilidad electromagnética son probablemente trastornos mentales. Para esta gente basta con un estudio publicado hace años y no reproducido independientemente, un referendum en Suiza o el discurso repetido una y mil veces de que los campos electromagnéticos nos matan. A su lado mucha gente que se lo cree de buena fe, porque de creencia se trata. Y con ello engordan a quienes venden supuestas protecciones (desde cactus a pantallas, o cortinas protectoras, imanes y otros chismes más ridículos, como envolverse la cabeza en papel de aluminio). A la histeria, ya ven, le llaman ahora “uso saludable”. Ridículo.
En definitiva, que el líder de Podemos ha pedido el pleno reconocimiento de una enfermedad que no existe. Vamos, que lo de lo de Pablo Iglesias y la hipersensibilidad electromagnética es algo así como lo de Evo Morales, la homosexualidad y la carne de pollo.
No obstante todo lo anterior, hay una serie de personas que padecen diversos síntomas los cuales sí son reales, lo que no es real es que la causa sean las radiaciones, sino la autopsugestión. Es decir, don Pablo, que cuanto más se habla de la hipersensibilidad electromagnética y más se extiende la paranoia, más personas comienzan a creerse enfermas. Todo lo cual los científicos lo tienen plenamente estudiado y documentado. Como todo el mundo sabe, salvo que haya fuego de verdad, gritar ¡fuego! en un cine lleno es propio de lúmpenes. En consecuencia, la iniciativa de Pablo Iglesias es una ridiculez, que además sirve para difundir un bulo que acaba autosugestionando y haciendo sufrir a algunas personas.
Por otro lado, si con esta iniciativa se demuestra que Pablo Iglesias no sabe nada de radiaciones, ¿de qué mas cosas de las que no sabe nada presentará iniciativas? ¿Sabrá más de economía que de radiaciones?
En cualquier caso, una vez más queda de manifiesto que el líder de Podemos se ha beneficiado mucho de una crisis política en la que, en vez de exigir una subida del listón, los españoles estamos rompiendo la gomita por el lado de poner al frente del país a un vendedor bolivariano de crecepelos.
4 respuestas
Pablo Iglesias es la momia de Lénin devuelta a la vida tipo Frankenstein, por eso tiene miedo de la electricidad y los campos eléctepricos, no sea que le caiga un chispazo y le devuelva a su estado anterior, la de momia de asesino y genocida comunista.
Yo estoy a favor de la electricidad, la penicilina y el progreso.
“Yo estoy a favor de la electricidad, la penicilina, el progreso y los GAL”
Eso de que yo estuviera a favor de los GAL es fruto de tu imaginación calenturienta. La misma que te hace creer que existió alguna vez ese país imaginario, totalitario y racista llamado Euscalerría, y que el batúa fuera la lengua del Paraíso.
Iglesias es un cadáver político en estos momentos y tiene que decir chorradas para captar la atención cara a las elección y pedir un buen carguito y/o ministerio a Pedrito Sánchez.
Las gentes de Navarra, Valencia, etc ya se han dado cuenta que votar a Podemos es votar a Bildu, ERC, COmpromís y demás organizaciones separatistas y están perdiendo votos por un tubo