Esparza tenía un pacto secreto chulísimo

En todo el vodevil que está rodeando la votación de la reforma laboral, da la impresión de que las escopetas se están quejando a los pájaros por los disparos. Efectivamente alguien compra los votos de los dos diputados de UPN, pero es el PSOE. Efectivamente alguien se marcha a Madrid para ser abducido por los aires de la capital, pero ha sido Esparza. Seguro que Esparza es un tipo fiel a la palabra dada, pero la palabra de Esparza es secreta. Lo que ya no es secreto es que Esparza se reunió antes de la votación en una cena con Cerdán y Félix Bolaños (el ministro de Presidencia y sucesor de Iván Redondo) para pactar el voto de UPN a favor de la reforma, con el fin de salvarle los muebles a Pedro Sánchez. Esparza ha pasado de asegurar que votaba por convicción y sentido de estado a tener un pacto secreto como motivo. Eso sí, a los electores de Navarra Suma y a la opinión pública en general le oculta el contenido del pacto. Ayer mismo declaraba en una entrevista para El Mundo que “Hablamos con el PSOE de la convivencia en Navarra, pero no voy a desvelar cuál era el contenido del pacto”.

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O sea, que Esparza pretende echar a Sayas y Adanero por el incumplimiento de los términos de un pacto que son secretos. Esparza pretende explicar lo sucedido a los electores y militantes de UPN en base a unos motivos de fondo que son secretos. Si Esparza tiene el apoyo de las bases de UPN, como presume, será un apoyo ciego de sus bases. Claro que en los últimos tiempos Esparza cree que tiene votos y apoyos que finalmente no tiene.

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Sin revelar los contenidos, Esparza confirmaba en Radio Euskadi no sólo el pacto secreto con el PSOE, sino que iba mucho más allá de lo que hasta ahora conocemos: «Había más acuerdo, por respeto se queda en el ámbito interno», añadiendo que las contrapartidas del PSN a Enrique Maya en el Ayuntamiento de Pamplona eran la parte «pequeñita» del acuerdo secreto. Empezando por la cuestión del respeto, respeto es lo que tiene que tener a los ciudadanos, no digamos a sus votantes. ¿Cómo que confirma un acuerdo secreto pero que se niega a desvelarlo? ¿Qué sentido tiene que haya una democracia y la gente siga los medios y juzgue a los políticos si hay una parte secreta que además es la parte determinante? ¿De qué sirve el Parlamento si las cosas se deciden en secreto y en mesas oscuras sin focos? ¿No exigiría Esparza conocer los pactos secretos del PSOE si los tuviera con ERC, con Podemos o con Bildu? Si además el pacto es muy bueno, ¿por qué no se lo explicó a sus diputados y a sus votantes? ¿Estaríamos discutiendo ahora si tuviera un acuerdo público y maravilloso para UPN y para Navarra? ¿No hubieran votado Sayas y Adanero a favor de un pacto maravilloso?

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Por lo demás, el pacto secreto confirma que aquí, lo miremos como lo miremos, había mucho más en juego que una reforma laboral. Si alguien piensa que Esparza ha gestionado bien esta coyuntura, ¿qué hubiera sido gestionarla muy mal? Resulta imposible defender que Esparza ha gestionado las cosas bien cuando lo que ha hecho es secreto. Nadie puede defender la gestión de Esparza sino a ciegas, por un acto de fe. Por el contrario, a la vista de los resultados (Sánchez y Díaz salvan gratis la crisis política, los votantes de UPN se dividen, UPN se queda sin diputados, el liderazgo de Esparza se desvanece, queda reventado el acuerdo), no hace falta saber más para determinar que al líder de UPN le ha salido mal todo lo que podía salirle mal ergo, ¿qué hubiera sido hacerlo mal si esto es hacerlo bien?

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