El PSN hace una cosa bien

Amparándonos en la tradicional premisa periodística de que no es noticia que un perro muerda a un hombre, sino que un hombre muerda a un perro, sin duda la noticia en esta ocasión es que ayer el PSN hizo bien algo. Se las prometían muy felices los nacionalistas y la extrema izquierda en la sesión parlamentaria de ayer, particularmente Marisa de Simón, la solitaria representante de IE, esperando que saliera adelante precisamente la propuesta presentada por esta formación para limitar al mínimo legal las clases de religión en los colegios. El PSN, al abstenerse, se descolgó sin embargo imprevistamente de la propuesta de IE, que pese al apoyo de Bildu, Podemos y Geroa decayó al quedarse en minoría frente al voto en contra de Navarra Suma.

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Tras la votación y rechazo de la propuesta, Marisa de Simón expresaba su “sorpresa inaudita” y acusaba al PSN de aliarse con la derecha. Antes de la votación, la representante de IE se había declarado en cambio “emocionada” ante lo que parecía una aprobación inevitable.

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Respecto a todo esto cabe suponer que emocionados y gratamente sorprendidos habrán quedado los alrededor de 200 profesores de religión que veían su puesto de trabajo en el aire por el sectarismo de Marisa de Simón. Hoy no está triste Marisa de Simón por que sus hijos puedan elegir libremente si quieren o no quieren clases de religión, lo que entristece a Marisa de Simón es no poder impedir que los hijos de los demás puedan elegir libremente si quieren o no quieren religión. El problema para la extrema izquierda no es que haya libertad para no elegir religión, sino que el 60% de las familias navarras (el 90% en los concertados) elige libremente la clase de religión. No, el PSN no se alió ayer con la derecha, sino con la libertad. A su vez, Marisa de Simón no se alió con la izquierda, sino con la imposición. La tristeza de Marisa de Simón por no poder imponer sus creencias personales se compensa sin duda, además de por los profesores que salvan su puesto, por la alegría de miles de familias que pueden seguir eligiendo libremente si quieren religión o no.

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Desde luego cabría matizar cuáles son las razones para que el PSN ayer se opusiera a la cuasi-eliminación de las clases de religión y en cambio en junio de 2018 la apoyara. Lo mismo, por cierto, que se podría decir de Geroa Bai, que ayer apoyó más o menos abiertamente la eliminación y en cambio en junio de 2018 la bloqueó. Seguramente sería demasiado bonito e ingenuo pensar que el PSN actuó ayer movido por amor a la libertad y que se trata de una postura de cuya persistencia en el tiempo no se pudiera dudar. De hecho, la discusión de las enmiendas que se barajaron a lo largo del día de ayer invita a pensar todo lo contrario. Pero hoy es hoy y, sea por la razón que sea, carecemos de un dispositivo intracraneal que nos impida decir que el PSN ha hecho algo bien. No vamos a decir que el PSN hace todo siempre mal, haga lo que haga. De hecho nos gustaría poder decir más a menudo que hace algo bien. Por otro lado a lo mejor con esto le hacemos un flaco favor y entregamos un poderoso arma de reproche a sus socios de luz y progreso: hoy os felicitan hasta los de Navarra Confidencial. Quede claro que no es para eso y por malicia que felicitamos a los socialista de forma tan sorprendente y excepcional.

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