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“Hay que esperar a que se pronuncie la justicia” o “hay que acatar lo que dice la justicia”, son frases que se utilizan continuamente para zanjar una discusión sobre cualquier asunto que forme parte del debate político. Sin embargo, ¿merece la justicia española la suficiente confianza como adjudicarle la capacidad de poner fin con neutralidad a cualquier debate político?
En las horas pasadas, lo medios se hacían eco de un amplio pacto político para renovar completamente el Consejo General del Poder Judicial.
De los 20 miembros que componen este órgano, 10 los nombrará el PP, 7 el PSOE, 1 Izquierda Unida, 1 el PNV y 1 CiU.
¿Cuál es la trascendencia práctica de estos nombramientos?
Pues enorme, porque la Ley Orgánica 6/1985 de 1 de julio, del Poder Judicial, establece que el Consejo General del Poder Judicial elige los magistrados del Tribunal Supremo.
Quien controla el Consejo General del Poder Judicial, controla el Supremo.
¿La situación podría ser peor? Pues sí y de hecho lo es.
El Tribunal Constitucional lo componen 12 magistrados de los cuales 4 los nombra el Congreso, 4 los nombra el Senado, 2 los nombra el Consejo General del Poder Judicial y 2 los nombra directamente el gobierno.
Es decir, que la justicia en España se encuentra totalmente politizada.
Por tanto no existe separación de poderes.
Por consiguiente no existe seguridad jurídica.
Y los partidos políticos ejercen un poder absoluto.
¿Cómo van a dictar sentencia unos magistrados en contra del partido político que les ha nombrado?
¿Cómo va a nombrar un partido político a unos magistrados lo bastante independientes como para que en su día le puedan condenar o quitar la razón?
Casualmente, el reparto de asientos en el CGPJ coincide con el ecuador de la actual legislatura del Partido Popular. ¿Alguien recuerda lo que decía el PP respecto a la independencia de la justicia y la regeneración democrática en su programa electoral? Ya pueden ir sumando una decepción más.
6 respuestas
Ergo los partidos nombran a los jueces que podrían juzgarles sus delitos.Esa es la intención de lucha contra la corrupción y de transparencia de PP-PSOE-IU-CIU-PNV etc.
Creo recordar que echar para atrás los cambios que introdujo Felipe González con su mayoría aplastante del 82, junto con los colaboradores necesarios habituales, exige una mayoría de 2/3. Ergo…mientras el PSOE no quiera, o siga existiendo como hasta ahora, no es posible enmendar el error, sólo malvivir con ello.
A ver si en las próximas elecciones sale un parlamento con una mayoría de diputados en contra de matar a Montesquieu
Los jueces se creen estar en el mundo anglosajón. Aquí la jurisprudencia pasa detrás del Código. Si existe alguna norma que deba hacerse cumplir, que sea el Ejecutivo el que la haga cumplir …. no los jueces. No estamos en el mundo anglosajón.
Ante el contubernio PSOE-PP para eliminar la separación de poderes politizando el nombramiento de jueces y magistrados en el Consejo General del Poder Judicial, el Supremo y el Constitucional, las «togas sumisas» de los «jueces con aspiraciones» se apuntan al juego de «trepar» arrimados a unas siglas.
http://www.lebrelblanco.com/articulos/
Ciudadano. Por tu comentario pareciera que se da el caso real de que el PP quiere cambiar el método pero que como necesita del 2/3 del charlamento (veo innecesaro entrecomillarlo) no puede pues requiere del concurso y aprobación de los «socialistas». Ya, ya. Sí, sí. Mira, si realmete quisiera el PP (digo, por poner una hipotécica condicional de un supuesto ficticio de novela fantasdiosa si viviéramos en un mundo de Yupi) no tendría más que organizar un referendum vinculante al repecto. Pero como ni el PP ni PSOE creen ni en la democracia, ni en el pueblo, ni en la madre que parió a panete hacen lo que hacen mientras dicen lo que dicen. Solo creen en lo suyo o, como dirían ellos, en la «cosa nostra»
La mayoría parlamentaria para designar los miembros del CGPJ es de 3/5 (no dos tercios). En todo caso, la Ley Orgánica exige, para su modificación, mayoría absoluta y creo que el PP la tiene, El siguiente párrafo que transcribo proviene de la Exposición de Motivos de la Ley Orgánica 4/2013, de 28 de junio (me suena que el Ministro de Justicia era Ruiz-Gallardón), por que la que se modifica la LOPJ:
«A la hora de abordar un aspecto crucial de la reforma como es el sistema de designación de los Vocales del Consejo General del Poder Judicial, se ha diseñado un sistema de elección que, por un lado, garantice la máxima posibilidad de participación en el proceso de todos y cada uno de los miembros de la carrera judicial, estén o no asociados, y que, por otro, atribuya al Congreso y al Senado, como representantes de la soberanía popular, la responsabilidad de la designación de dichos Vocales. Este sistema de elección se articulará sobre tres premisas básicas. En primer lugar, la designación de los Vocales del Consejo General del Poder Judicial con arreglo a exclusivos criterios de mérito y capacidad de los candidatos. En segundo término, la apertura de la posibilidad de ser designados como Vocales a la totalidad de los miembros de la carrera judicial que cuenten con un número mínimo de avales de otros Jueces y Magistrados o de alguna asociación. Y, finalmente, la consideración en la designación de los Vocales de origen judicial de la proporción real de Jueces y Magistrados asociados y no asociados»
¿Se ha traducido esto en una variación en la designación por cuotas de partido del CGPJ? No.
Los jueces no adscritos a asociaciones judiciales (APM, Francisco de Vitoria y Jueces para la Democracia) son mayoritarios en la carrera judicial y no logran nada.
Ello no obsta para que no haya candidatos propuestos que cumplan todos los requisitos, sean excelentes profesionales (por ejemplo, el Presidente del TSJN) pero siempre quedará el estigma de «ser de cuota».
En suma, el PP pudo cambiar la ley orgánica y el sistema de designación de los miembros del CGPJ y no ha usado su mayoría absoluta. ¿Qui prodest?
PD: Siendo el Ministro de Justicia fiscal por oposición en situación de servicios especiales y siendo los fiscales miembros del «poder judicial» (lato sensu entendido) sorprende la inquina que tiene a sus «compañeros».
Por cierto, lean el ABC digital de hoy sobre los nombramientos que tiene que abordar el nuevo CGPJ, porque no sólo afecta al Tribunal Supremo, sino a Audiencias Provinciales, Tribunales Superiores de Justicia, etc.
En fin, un abrazo a Juan Manuel Fernández cuya designación me parece, profesionalmente, merecedísima.
No jodas que la justicia esta politizada???.
Si yo pensaba que todos eramos iguales ante ella. Si creia que iba con un paño ante los ojos para no ver a quien juzgaba y asi preservar el derecho de igualdad.
Ya decia yo que algunas sentencias eran incomprensibles!!!.
Osea que el partido que manda, decide las sentencias??.
Gracias NC por abrirme los ojos.
Tantos años engañado.