En esta ocasión no sólo pasan para ello por encima de la legalidad formal sino incluso por encima de haber perdido en votos el plebiscito que ellos mismos plantearon y ellos mismos, en el caso de la CUP, reconocieron haber perdido. Como todo el mundo sabe, las candidaturas independentistas sólo tuvieron el 47% de los votos. Si se pudieran sumar votos de otras candidaturas, lo mismo serviría el 45%, o el 39%, o el 26%. Ya puestos, tampoco todo el voto a las candidaturas independentistas tendría por qué considerarse realmente independentista. Por no mencionar que ni Barcelona ni Tarragona son independentistas.
Por consiguiente, Juntos por el Sí y la CUP entran abiertamente en el terreno del golpismo al no aceptar ni la legalidad ni los resultados electorales. La respuesta del estado ha de estar en consonancia y para ello cuenta precisamente con la fuerza de la que carecen los separatistas: la legalidad y los resultados electorales. El gobierno debe intervenir con todos los medios necesarios para defender esa legalidad, la soberanía nacional y el voto de la mayoría catalana no nacionalista. La fuerza necesaria para restablecer estos tres elementos la determinará la propia locura separatista. Las consecuencias que pudiera tener la aplicación de la fuerza deberían agravar, lógicamente, el castigo a los responsables de la locura.
Nunca para el Gobierno de España ha sido tan necesario e inexcusable intervenir. Nunca, por otro lado, ha tenido tanto respaldo legal y democrático para hacerlo.
La irresponsabilidad de los líderes separatistas resulta inaudita y, en realidad, la actitud más comprensible es la de Mas, que seguramente abocado a la cárcel por corrupto puede haber llegado a pensar que ya no tiene nada que perder como golpista.
Por lo demás, este escenario extraordinario que se abre justo antes de las Elecciones Generales es para el Gobierno de España tanto un riesgo como una oportunidad.
En cualquier país moderadamente normal el presidente del Gobierno contaría en una tesitura como esta con el respaldo total de los partidos de la oposición. La defensa de la democracia, de la legalidad y de la soberanía nacional no es una postura de partido. Todos los partidos deberían respaldar esa defensa o colocarse del lado de los golpistas. Sin embargo, es probable que algunas fuerzas políticas quieran destruir España y presidirla al mismo tiempo. En todo caso todos los partidos nacionales, incluso Podemos, tendrán que retratarse, y al hacerlo arriesgarse y someterse al juicio del electorado español.
Para Mariano Rajoy esta situación excepcional a las puertas de las elecciones puede servir para aumentar su respaldo. Esto, al mismo tiempo, es lo que puede resquebrajar la deseable unidad de todos los partidos frente al desafío golpista. La pregunta a este respecto quizá sea, ¿qué tipo de país hemos creado? ¿Qué tipo de penalización electoral tiene no situarse frente a los golpistas-separatistas y junto al gobierno? Aunque realmente no es situarse del lado del gobierno, sino del lado de la legalidad, la democracia y la soberanía nacional, a las que lógicamente se supone que debe proteger el gobierno.
La actuación del gobierno contra los golpistas naturalmente tiene sus riesgos, incluidos riesgos electorales para el partido del gobierno, pero la alternativa de la inacción no es que tenga riesgos, es que asegura el fracaso absoluto del PP, el paso a la historia de Rajoy como una calamidad y, lo que es peor, el naufragio de España, o al menos del estado español. En realidad, son los propios golpistas quienes han puesto al estado en una tesitura en la que este no puede más que actuar o autodestruirse. Que no se lamenten después ni traten de responsabilizar a nadie más por las consecuencias de la situación que ellos mismos han creado.
El estado debe intervenir con toda la fuerza precisa para proteger a la mayoría catalana no independentista
La aplicación del artículo 155 de la Constitución parece ya difícil de soslayar. Obviamente la suspensión del gobierno catalán es un hecho traumático, pero ya que este hecho traumático parece inevitable hay que convertirlo en un hecho productivo. La intervención ha de ser tan duradera y laboriosa como sea preciso para que, cuando se restituya el gobierno catalán, haya quedado claro que hay unos límites legales y democráticos, que todo debate tiene un marco, incluso para cambiar el marco, que la contrapartida a la autonomía es la lealtad institucional, y que sin la una no puede haber la otra.
15 respuestas
art. 155 CE. Y no hay nada más que añadir.
No soy partidario de Mas, no me gusta esa manera de hacer política tan poco inteligente y menos la corrupción.
Parece que se asoma un espectáculo político nuevo en el que todos apuestan por lanzar bravuconadas con poca visión del futuro.
Vaya, L.a. Ribera otra vez por aquí tan temprano. Qué pasa?, que tampoco hoy hay cole?. Me parece que hace muchas borotas, así le va.
Pero bueno, ya que está aquí Vd. que no lanza bravuconadas, nos podría decir cual es su «visión de futuro»?.
La situación es complicada. La aplicación del 155 es compleja, pienso yo, tanto desde el punto de vista político como jurídico.
No obstante, la resistencia de la cuerda está llegando a su límite. Habrá que ver qué pasa si el Parlament crea leyes anticonstitucionales, como ya ha anunciado, y se niega a aplicar la consecuente sentencia del TC.
Puede que entonces haya que ir al choque. Es lo que dicen los periódicos catalanes de hoy: «choque de trenes» y «rumbo de colisión», han editorializado La Vanguardia y El Periódico.
Este país es así. Pensábamos que los problemas del pasado, como la guerra civil, no iban con nosotros. Puede que la sociedad española aún sea muy inmadura. No lo sé… pero esto pinta mal.
A estas alturas es ocioso y peligroso hacer cuentas con los votos de las últimas elecciones en Cataluña, y no cabe mezclar la legalidad los resultados electorales. La primera regla de la democracia es el cumplimiento de la ley, cosa que hay mucha gente que lo ignora porque piensan que en cuanto se puede votar ya hay democracia. Primero seguridad jurídica y acatar las leyes, después el voto como compromiso de acatamiento. De otra forma, si más adelante sumasen más votos los independentistas, automáticamente Cataluña se independizaría o, ahora mismo, como en Gerona hubo más votos independentistas ya pueden separarse. O también en cualquier pueblo se monta un referendum para ver si se pagan impuestos y si sale no, pues no se pagan. Pero la cosa no funciona así, no señor, las leyes en vigor impiden tomar esas decisiones y, por lo tanto, iniciar un proceso separatista sería lanzar, ni más ni menos, un golpe de estado, el cual hay que pararlo (sí o sí) aplicando la democracia, o sea, la ley, solamente la ley pero toda la ley.
Aplicar el 155 no es tan fácil, se quita el poder a quien lo ha ganado en las elecciones para poner a un gestor sin legitimidad democrática.
Entonces, L.A. Ribera, el que gane las elecciones tiene, tiene derecho a saltarse a la torera las leyes que ha jurado cumplir ¿no? (en este caso la constitución). ¿Eso es lo que le enseñan en la ikastola cuando no hace borota?. Repito que, la primera regla de la democracia es el cumplimiento de la ley, ya he advertido antes que hay mucha gente que lo ignora porque piensan que en cuanto se puede votar ya hay democracia y, como no, entre esa gente ignorante tenía que estar L.a. Ribera.
La aplicación del articulo 155 no es “ quitar el poder ..“ o “ poner un gestor…etc..”como vd. sr La Ribera considera , lo que es un evidente error.
Se efectúa , no para apartar a nadie del poder ni poner gestores , valga la expresión, si no para obligar a quien tiene competencias delegadas del Estado para autogobernarse , que eso es lo que supone en definitiva la autonomía,y las usa indebidamente incumpliendo las obligaciones constitucionales y legales impuestas las cumpla o bien porque actúe gravemente al interés general de ESPAÑA, y que requerido el presidente de la Comunidad correspondiente, no atienda a dicho requerimiento persistiendo en una desobediencia contumaz .
Que la actuación gubernamental tiene un carácter extraordinario , incluso “anómalo” vocablo que expresaba el catedrático D. Rafael Entrena Cuesta , en el comentario a dicho artículo en Comentarios a la Constitución de Garrido Falla y varios autores edic.1980, y que “….deberá partirse de los principios de gradualidad , proporcionalidad y menor restricción de los derechos autonómicos “, escribía aquél. Todo ello está fuera de duda, lo mismo que al tratarse de un ataque de extrema gravedad al interés general de España , la secesión de una parte del territorio nacional , a su unidad , y el incumplimiento de obligaciones constitucionales y por tanto la proporcionalidad ante hechos tan graves no puede llevar más que a la aplicación del precepto cuando se den los requisitos y se adoptaran las medidas necesarias por el Gobierno bien a través de los órganos estatales o por autoridades de la Comunidad “…. el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas( art. 155.2 ).
La ley Fundamental ( Constitución ) de la República Federal de Alemania contiene un artículo para el caso que un” Länder” no cumpla las obligaciones constitucionales o legales incluso se contempla la “ vía coercitiva federal “para obligar a su cumplimiento. O puede verse la Constitución italiana de 1947 que contempla el caso de la disolución de un Consejo Regional por ejecutar actos contrarios a la Constitución.
Por último , es claro que la situación tanto si se culminara la declaración de independencia como fin del proceso que de rebeldía y traición se lleva a cabo desde hace al menos 2 años,como si se estancara , aparte claro está de la deslealtad continúa de los nacionalistas separatistas, atañe no sólo al actual gobierno si no a todos los españoles. En consecuencia , las palabras de la Sra. Presidenta de la Comunidad de Andalucía Dª Susana Diaz Pacheco y secretaria general del PSOE en dicha comunidad son acertadísimas cuando ha manifestado según ha recogido la prensa que el presidente sr. Rajoy “ no está solo en la defensa de la unidad de España y el orden constitucional..”. Naturalmente el actual presidente del gobierno de España no debe estar sólo en esta situación de amenaza de secesión por los separatistas y de ataque grave al orden constitucional , si no, reitero, acompañado por todos los españoles , sin que ello obste que el día 20 de diciembre próximo ( D.m) que cada uno vote a quién quiera.
Le sugiero sr. La Ribera se lea o revise la lectura del artículo 155 de la Constitución, así se evitará seguramente llegar a conclusiones tan , digamos, precipitadas..
Claretillo te confundes, la base de la democracia está en que los ciudadanos tienen libertad para elegir a sus representantes.
Leyes hay en todas las dictaduras y eso no las convierte en democracias.
El 11 junio de 1963, George Wallace, gobernador de Alabama, intentó saltarse a la torera una disposición judicial y bloquear la matriculación en la Universidad de Alabama de dos personas de raza negra. El Presidente John F. Kennedy envió a la guardia federal para detener al gobernador y permitir la inscripción de los estudiantes negros. El gobernador G. Wallace era del partido Demócrata, el mismo al que pertenecía el presidente Kennedy.
Pero claro, aquello era en EEUU, donde nunca conocieron la democracia ¿verdad?, y el caso catalán ocurre en España, el país con más demócratas «de toda la vida» por metro cuadrado.
La aplicación del 155 no puede ser indefinida, no se puede instalar en Cataluña una situación totalitaria eliminando el derecho al voto de sus ciudadanos.
Cuando vuelvan a votar alguien tendrá que pagar el precio político de haberles quitado su autogobierno y su Parlamento.
Y si de nuevo los resultados electorales no son favorables a la idea de España que se hace.
L.a. Ribera, lo suyo empeora por momentos, sin una seguridad jurídica y unas leyes que cumplir, ya puedes elegir a quien quieras que lo que rige es el caos, el gobernante, con la escusa de haber sido elegido, podrá hacer cualquier arbitrariedad. Ahí está el caso de Venezuela.
En las dictaduras, claro que hay leyes, todas las que quiera el dictador que para eso son dictaduras y el que manda manda. En democracia las leyes las hace el Legislativo por encargo del pueblo, pero luego sus gobernantes tienen que cumplir (los primeros) y hacer cumplir esas leyes.
Si estudiase un poco más le harían falta tantas explicaciones.
Cataluña no es un estado soberano, su presidente es el representante del Estado español (el encargado por quien tiene la soberanía) para administrar ese territorio español. Si el administrador no cumple con las leyes superiores emanadas del parlamento de España, se puede iniciar el procedimiento establecido por la Constitución para sustituir al administrador. Lo totalitario es romper unilateralmente con el Estado al que pertenece. Llegado el caso, el «derecho a decidir» sería de todos los españoles, porque Cataluña, querámoslo o no, pertenece a España y, por lo tanto, España también pertenece a los catalanes.
Sr.La Ribera le reitero lease el articulo 155 de la CE. ¿ que eso de situación totalitaria?, !oiga! que el articulo de la Constitución no es la ley Habilitante de 1933 de los nazis ni esa Ley Habilitante Antiimperialista para la Paz, de Maduro , tan querido por alguna formación política incluso con una marca blanca en el gobierno de Navarra . A lo mejor se refiere vd. a ordenar a los directores de establecimientos educativos de Cataluña la entrega de llaves para abrirlos el día 9 de noviembre o la de la imposicion lingüistica y el adoctrinamiento poniéndose de perfil ante los abusos los sucesivos gobiernos centrales o la desobediencia de las autoridades las sentencias y resoluciones de tribunales o la continuada mordida del 3%. ! Que ojo los que nombraron en su momento español del año al sr.Pujol! Tranquilo Jordi,tranquilo. !Anda que no es listo el Jordi!.
Bueno, es que aqui al parecer lo que quieren algunos son unos Balcanes y a rio revuelto una especie de Cosovo.Seguramente quieren un estado fallido , corrupto, y por supuesto expansivo reunir, los Paissös Catalans y hasta una ciudad de Cerdeña.Ya puestos a Constantinopla ,perdón Estambul,por aquello de Roger de Flor y los almogavares con el detalle que eran no de Cataluña solo sino de la Corona de Aragón, pero no creo que los turcos estén por la labor.
Sr. La Ribera lea vd. no solo el articulo 155 si no un poco de historia, pero la de verdad no esa de los gloriosos gudaris.
Aplicar el artículo 155 supone en la práctica eliminar el derecho a voto de los ciudadanos catalanes y eso no se puede alargar durante mucho tiempo en un país democrático.