Un viejo chiste machista cuenta que un amigo le dice a otro que ha decidido empoderar a su mujer y darle mas libertad. ¿Y eso?, le pregunta el otro. “Le he ampliado la cocina”, contesta el primero. Pues bien, no es un chiste, es justo lo que acaba de proponer el gobierno vasco en el borrador de un decreto que desarrolla la Ley de la Vivienda en la CAV y regula las condiciones de habitabilidad y las normas de diseño de las futuras viviendas de Euskadi.
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Concretamente, el borrador establece que la cocina de las casas deberá contar con una superficie mínima de 7 metros cuadrados, frente a los 5 que se establecen en la actualidad, debido a que “cuando las cocinas son pequeñas solamente entra una persona y esa persona es quien se encarga de realizar todo el trabajo. Entonces, si lo que se pretende es que se compartan las tareas del hogar, se deben ampliar estos espacios para que puedan caber dos o los que sean”.
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Cabe decir que, pese a que el aguacero de críticas le está cayendo al PNV, en virtud del pacto de gobierno entre el PNV y el PSE el consejero de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda es el socialista Iñaki Arriola. Por otro lado, lo surrealista del caso no es tanto que un decreto amplíe el tamaño de las cocinas para que se trabaje en parejas o en tríos, o para dar más libertad a las mujeres como en el chista, sino que lo realmente rocambolesco es que el gobierno se meta a establecer cómo tienen que ser las cocinas de la gente.
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Por lo demás, cada vez que con o sin razón se habla de la mujer y del PNV resulta imposible dejar de recordar la doctrina establecida al respecto por Sabino Arana, el fundador del partido, con avenidas dedicadas y troglodita al que nos pretenden pintar poco menos que como un avanzado de su tiempo.
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“Esos defectos de esta infeliz mitad del género humano son ingénitos en ella e inseparables de su sexo: si la mujer, con lo vana que es, amara, el mundo sería una orgía continua y de sus locuras estaría saturada la vida social; y si es vana e inferior al hombre, es decir, si no tiene tanto seso y corazón como éste, es porque, de suceder lo contrario, la lucha entre el hombre y la mujer sería terrible desde el hogar doméstico hasta las esferas más elevadas del gobierno de los pueblos. La mujer, pues, es vana, es superficial, es egoísta, tiene en sumo grado todas las debilidades de la naturaleza humana […]. Pero por eso de ser precisamente inferior al hombre en cabeza y corazón, por eso el hombre debe amarla: ¿qué sería de la mujer si el hombre no la amara? Bestia de carga, e instrumento de su bestial pasión; nada más. La mujer necesita de la protección del hombre, de su tutela; como el hombre necesita de su compañía”.
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Como la izquierda y el nacionalismo no tienen capacidad de autocrítica y su memoria histórica es totalmente selectiva, mantienen desde hace más de 100 años sus siglas y sus líderes referenciales. Ellos nunca se tienen que refundar ni regenerar.
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2 respuestas
El socialismo, en su intrínseco afán de dirigir y controlar la vida de los demás hasta lo más insospechado, ha intervenido en la CAV para decidir las dimensiones de las cocinas particulares; pues bien, el siguiente paso será establecer los aspectos que afectan a los dormitorios y, más concretamente, las dimensiones de la cama teniendo en cuenta que, además de la pareja, dicho mueble deberá acoger al comisario político de turno para dirigir y controlar las actividades más íntimas de los usuarios. Tiempo al tiempo.
Después de recordar un párrafo de la doctrina establecida por Sabino Arana, el fundador del PNV, no estará demás tener en cuenta otra frase pronunciada por Pablo Iglesias, el fundador del PSOE, (no el “Marqués de Galapagar”), en las Cortes españolas el 7 de julio de 1910: “Estamos en la legalidad cuando la legalidad nos favorece, y en contra de la legalidad cuando la legalidad no atiende nuestros propósitos”. Esos parecen ser algunos los principios irrenunciables y de “progreso” del matrimonio PSOE-PNV que nos gobierna en Navarra.