No consta que lo dijera Iván Redondo, pero podía haberlo dicho perfectamente: si no puede arreglar un problema, maquíllalo. De cada 100 problemas que toca el actual gobierno 99 simplemente los maquilla. Un ejemplo de ello es la no derogación de la reforma laboral del PP, que es casi todo maquillaje para satisfacer a las bases electorales del gobierno sin introducir apenas cambios sustanciales. Se les está vendiendo a los votantes del gobierno, por ejemplo, que esta reforma laboral acabará con la temporalidad en España. Obviamente no va a ser así, ni siquiera está claro que fuera bueno que fuese así, pero en todo caso lo único que se va a hacer es maquillar las estadísticas y cambiar el nombre de los contratos temporales pero no sus características. El objetivo es intentar vender a los españoles que, mediante esta reforma y pese a que no se deroga casi nada de lo prometido, 1 millón de contratos temporales pasarán a ser fijos.
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❗️Reforma laboral: un millón de asalariados no serán registrados como temporales
✍️🏻Por @IgnacioFlores8 https://t.co/gbt1zRVtL0
— elEconomista.es (@elEconomistaes) December 29, 2021
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Decíamos que acabar con los contratos temporales ni siquiera es un objetivo posible o deseable. ¿Cómo va a tener la misma plantilla un restaurante en la playa en agosto que en enero? ¿Cómo va a tener la misma plantilla una juguetería en Navidad que en agosto? ¿Cómo se espera que una empresa afronte campañas puntuales como el black friday? Tengamos además en cuenta que, aunque la proporción es menor que en Europa, en España 3 de cada 4 trabajos son fijos.
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Al margen de estas consideraciones, la reforma laboral del gobierno se va a limitar a cambiar la denominación de los contratos temporales por la de fijos discontinuos, pero manteniendo esencialmente las características de los contratos temporales. De algún modo es como si a un Renault le pones el logo de un Ferrari, ¿tienes un Renault o tienes un Ferrari? Pues asimismo 1 millón de trabajadores pasarán a tener un contrato con las mismas características del que tenían pero en vez de llamarse “temporal” pasará a llamarse “fijo discontinuo”. Jugamos con las palabras, el gobierno no resuelve problemas sino que los maquilla, donde decía temporal pasa a decir fijo, pero como sigue teniendo las mismas características que cuando era temporal sigue siendo un Renault, teniendo el aspecto de Renault, sonando como un Renault y acelerando como un Renault.