El Arzobispo de Pamplona hizo hincapié en algo tan obvio como que en los Sanfermines estamos celebrando a un santo, y que no tiene sentido celebrar a un santo por un lado y agraviar a Cristo por otro. A pesar de la ofensa gratuita de Muthiko Alaiak a todos los creyentes, lejos de caldear el ambiente el Arzobispo habló de la necesidad de practicar el arrepentimiento y el perdón.
Sin embargo, la imagen del Cristo haciendo el saludo nazi ha empezado a aparecer en pegatinas. Parece evidente que, quienes practican este tipo de campañas insultantes contra los católicos, carecen por completo de tolerancia y sustituyen el respeto por la cobardía, pues sólo respetan a quien temen. Se trata de un síndrome muy extendido en una parte de la sociedad, que continuamente insulta, satiriza y ofende a los católicos, cuando nunca se atrevería a hacer lo mismo con los musulmanes.