En un contexto de baja natalidad, en el que nadie alcanza el mínimo para asegurar el relevo generacional (2,1), navarra se sitúa notablemente por debajo de cifras como la francesa, la sueca o la británica o la irlandesa. La primera tabla revela además nuestra dependencia de la inmigración para sostener la natalidad y evitar una catástrofe demográfica. La tasa de navarros hijos de inmigrantes alcanza ya casi un 20% del total de los nacimientos.
Fuente: Instituto Navarro de Estadística.