Este fin de semana se producía una manifestación en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona para protestar por la reversión de las escuelas infantiles euskaldunizadas por el cuatripartito. La reversión de produce después de que el Tribunal Superior de Justicia de Navarra haya determinado la ilegalidad de esa euskaldunización atropellando a las familias castellanoparlantes. La euskaldunización, además, se realizó de la noche a la mañana, dejando a las familias colgadas, sin tiempo para planificar una alternativa, sin estudios de demanda, unilateralmente… La reversión, por el contrario, será progresiva, atendiendo a la demanda, dando tiempo a las familias a tomar las decisiones que consideren oportunas. Pero hay más.
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Cuando en 2016 el cuatripartito decidió euskaldunizar de golpe las cuatro escuelas infantiles, los colectivos de apoyo al vascuence salieron a la calle a organizar una fiesta, incluyendo “txokolatada”, kilikis, música, zampanzares… En el cartel anunciador aparecían el Gobierno de Navarra, el Ayuntamiento de Pamplona, Sortzen, AEK, IKA, AET, Karrikiri
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Podría pensarse que se recoge lo que se siembra, aunque no es el caso. Nadie va a organizar chocolatadas para celebrar la reversión de la euskaldunización de las escuelas, ni siquiera aunque se hiciera de forma ilegal y atropellando a las familias. Eso sí, quien celebraba con música y chocolate la expulsión de las familias castellanoparlantes tampoco tiene ahora mucha legitimidad para protestar no ya por una expulsión equivalente, sino por un desatropello que además será progresivo, con estudios previos y tratando de reflejar la demanda real de cada modelo.
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