Indar Gorri y el respeto son como el aceite y el agua. No puede sorprendernos por tanto que los Indar Gorri no respetaran el minuto de silencio por la muerte del Papa Francisco al comienzo del partido de Osasuna en El Sadar. Indar Gorri no está en El Sadar para apoyar a Osasuna ni para practicar el respeto, sino para politizar el deporte, apropiarse de la imagen de Osasuna (y de Navarra) y expulsar a cualquier otra sensibilidad que les dispute el territorio, por cualquier medio o que explique alguien si no la monotonía del paisaje donde asoma la nariz la izquierda abertzale. Indar Gorri es izquierda abertzale en estado puro. La izquierda abertzale tiene multitud de instrumentos para infiltrarse y controlar todo tipo de ámbitos (espacios de ocio, música, cultura, deporte) e Indar Gorri es la herramienta de la izquierda abertzale para apropiarse la imagen de Osasuna. Nada que sea nuevo, pero nada que debamos olvidar ni normalizar por más que pasen los años.
Irónicamente, hasta Otegui vino a reconocer la figura del Papa Francisco al conocerse la noticia de su fallecimiento. De este modo, Indar Gorri viene a coincidir con algunos críticos de Francisco situados en sus antípodas. No es que el Papa no dijera cosas opinables a lo largo de su pontificado o que no se pueda opinar sobre esas cosas opinables, pero respetar algo como un minuto de silencio es una especie de mínimo de educación y convivencia. Por poder, se puede hasta estar en contra de llevar a cabo un minuto de silencio, pero esa discrepancia se debe expresar no durante el minuto de silencio.
No es además por ciertas cosas opinables, que en general han encantado a la izquierda, que Indar Gorri no respeta el minuto de silencio. Indar Gorri no respeta al Papa, a ningún Papa, porque Indar Gorri es en el fondo un grupo integrista religioso que no tolera otras religiones. En realidad es lo normal que Indar Gorri odie a Francisco. Seguramente hay creyentes en todos los partidos políticos y en las aficiones de todos los equipos de fútbol, pero es improbable que haya muchos creyentes en Indar Gorri y no es casual la fobia a la religión en la izquierda abertzale. Para muchos nacionalistas, el nacionalismo es la nueva fe que ha llenado el vacío en sus vidas dejado por la religión. Es en este sentido que se puede hablar de ese nacionalismo como una forma de religión que a su vez rechaza la religión porque depende para su persistencia de rellenar el espacio que ocupaba previamente la religión. El nacionalismo como sustitutivo de la religión tiende por eso a comportarse como una religión y a menudo adoptando los peores desvíos de la religión. En alguna medida esto ya pasa con el fervor de algunos aficionados al deporte con su equipo, sólo falta para cerrar el círculo añadir el nacionalismo y meter a la izquierda abertzale por el medio.
Por lo demás no deja de resultar llamativa la forma de titular del Noticias, siempre condescendiente con los Indar Gorri, con los que seguramente el Noticias comparte religión. O no se explica si no la suavidad habitual de este medio con un grupo violento y ultra. ¿Sería igual esta complacencia con ultras violentos de alguna otra ideología? ¿Llamará animar a interrumpir el minuto de silencio cuando tenga lugar por ejemplo por la muerte de una mujer?
