Comenzamos esta semana con una acción no ya extravagante o disparatada de Pedro Sánchez, sino macabra. Porque hay que ser macabro para sacar a un muerto de la tumba y meterlo en la campaña electoral. La izquierda tiene que tener la brújula moral muy perturbada para sacar de la tumba a una persona asesinada por la izquierda. Pero es que al parecer un país democrático no puede rendir honores a golpistas. O eso dijo Errejón. Obviamente Errejón no dice nada que no digan los demás partidarios de esta macabra, siniestra y estéril crueldad.
Errejón, sobre la exhumación de Primo de Rivera: “Un país democrático no rinde honores a golpistas” https://t.co/iTgMtfQFCt
— elDiario.es (@eldiarioes) April 24, 2023
El hecho sin embargo es que Errejón, precisamente Errejón, algo sabe de homenajes a golpistas en España, y si no véase este tuit de Errejón exaltando y homenajeando a un golpista como Lluis Companys. ¿O va a negar Errejón que, por no aceptar los resultados democráticos de 1933, Companys se unió al golpe de estado de los socialistas y los comunistas contra la Segunda República en 1934, esa que ahora se inventan que tanto les gustaba, y que proclamó ilegalmente el Estado Catalán desde el balcón de la Generalidad?
Trepitjem les petjades del president Lluís Companys quan transitem el camí de la fraternitat #Companys76 pic.twitter.com/5sdWf51iYp
— Íñigo Errejón (@ierrejon) October 15, 2016
En realidad es todo un poco irónico porque al que acusan de golpista para sacarlo de la tumba es a José Antonio Primo de Rivera, que no participó en el golpe de julio del 36 porque llevaba ya meses encarcelado por la izquierda, y en cambio al que le hacen homenajes en la tumba sí que fue un verdadero golpista. Podríamos preguntarnos también cuánta gente fue asesinada durante la Guerra Civil en Cataluña mientras Companys presidía la Generalidad, ya sea por la acción o por la omisión de las autoridades catalanas.
Por lo demás tenemos otros muchos ejemplos de calles y estatuas por España homenajeando a golpistas. Es el caso de Largo Caballero o de Indalecio Prieto, por ejemplo. A lo mejor tiene razón Errejón cuando dice que un país democrático no puede rendir honores a golpistas, pero entonces para dar ejemplo que empiece el gobierno por retirar honores a los golpistas de izquierdas en vez de sacar de las tumbas a las víctimas de la violencia izquierdista.
https://twitter.com/OrbitaEduardo/status/1180586099988525063
Me he acercado a #Bilbao a la entrevista con @SEReuskadi y he querido hacer una parada para recordar la figura de Indalecio Prieto, socialista y demócrata. Quieren arrancar su nombre de las calles, pero no lograrán borrar su memoria. pic.twitter.com/gYkjlVWJHz
— Javier Hurtado (@JHurtadoGV) October 1, 2020
Un comentario
Según datos de la mayoría de los historiadores bajo el gobierno de Companys, se asesinaron a 8.129 catalanes. Estos fueron 4.513 barceloneses. En Gerona fueron 810, en Lérida 1.261 y en Tarragona 1.504. Total, 8.129 catalanes asesinados por ser católicos, empresarios, «derechistas» o sencillamente por no ser afines a los partidos que gobernaban la Generalitat. El mayor genocidio de catalanes de la historia. Obviamente es extrapolable a otras regiones, pero especialmente a Madrid donde el genocidio ideológico se cebó de manera especial.