Esta mañana ha comparecido en la comisión de investigación del Parlamento de Navarra sobre la adjudicación a Servinabar de las obras de los túneles de Velate el presidente de la mesa de contratación, Jesús Polo. El papel de Polo fue determinante en en el informe sobre la adjudicación, porque sus votos decantaron la votación dejando a Mariezcurrena por debajo de Servinabar. Una de las cuestiones fundamentales del proceso fue no sólo esta decantación del resultado gracias a su voto, sino si además emitió su voto conociendo ya el voto de los demás miembros de la mesa, y por tanto sus puntuaciones, y si por consiguiente no sólo es que su voto decantó la votación a favor de Servinabar, sino si sabía exactamente los puntos que tenía que dar a cada cual para decantar esa votación.
Esta anormalidad de que el presidente pudiera conocer los votos de los demás antes de emitir su propio voto fue uno de los motivos del voto particular contra los resultados del informe de adjudicación por parte del secretario de la mesa. También fue uno de los motivos para que la Cámara de Comptos declarara que en el proceso de adjudicación no se habían garantizado los principios de igualdad y transparencia. He aquí la literalidad de lo dictaminado al respecto por Comptos.
Como consecuencia de todo lo anterior, tenía gran interés saber lo que pudiera declarar al respecto Jesús Polo. Polo, sin embargo, ha asegurado que él no fue el último en votar, sino el tercero. O sea, que su voto habría decantado la balanza pero no teniendo conocimiento previo del resto de votos y que su puntuación no la habría fabricado a medida, teniendo ese conocimiento, para decantar el resultado.
El primer problema con Polo es que el propio procedimiento permitía esa posibilidad, al remitirse todos los votos de los miembros de la mesa al presidente. El segundo problema es que Polo asegura que no lo hizo, que fue el tercero en votar (el 15 de mayo), y que el resto de miembros de la mesa votaron después, pero resulta que eso no lo puede probar porque explica que se ha puesto en contacto con la administración y se le ha contestado en una resolución que todo ha sido borrado:
“Yo puntué el 15 de mayo que tenía un informe, que luego ese informe de trabajo lo guardé en mi espacio de trabajo de mi ordenador, y con motivo de esta comparecencia he pedido por escrito la documentación, la copia de mis archivos informáticos y de mi espacio de trabajo, y se me contestado en una resolución que los han formateado y borrado”.
Así pues a todo lo anterior tenemos que sumar el borrado de pruebas, que sin duda ahora se nos dirá que es un procedimiento habitual y no dudoso. De este modo, Polo ha cargado en la comperecencia contra el secretario que denunció las irregularidades exigiéndole, una vez que se han borrado y formateado todas las pruebas, que sea él quien demuestre que votó conociendo los votos del resto. Así las cosas lo que tenemos es una adjudicación llena de irregularidades, votos particulares y voces de alarma que se desoyeron, un proceso en el que según Comptos no se garantizaron los principios de igualdad y transparencia, una actuación que según la Oficina Anticorrupción de Navarra debió ser nula, un borrado y formateado de pruebas, y por fin tras todas estas anormalidades un encargo a Servinabar, casualmente la empresa de Cerdán, para hacerse cargo de la obra pública reciente más importante de Navarra. No es que quepa sospechar, es que racionalmente no cabe no sospechar.
