Es curioso cómo ya la eutanasia, igual que el aborto, se nos vende como un avance y hasta un derecho. Ante la posible llegada de la derecha al poder, la izquierda advierte del retroceso y el recorte de derechos que esto podría suponer, y resulta que el recorte de derechos sería cuestionar las leyes del aborto y la eutanasia. Que por cierto ojalá la izquierda tuviera razón y efectivamente el aborto y la eutanasia realmente estuvieran seriamente amenazados por una victoria de la derecha. Es una de esas ocasiones en que nos gustaría creer que los temores de la izquierda se encuentran justificados. El problema es que la izquierda sacude este espantajo porque en buena parte de la sociedad española efectivamente ha calado el discurso de que la eutanasia o el aborto son grandes avances y maravillosos derechos. Por eso interesa dar visibilidad al reverso tenebroso de esos supuestos avances y derechos, la letra pequeña del contrato que la gente que defiende la eutanasia o el aborto no se ha leído.
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La eutanasia siempre es mala, pero al menos se nos había vendido como una libre alternativa. El problema es que en el mundo real el planteamiento es totalmente falso. No hay alternativa. Buen ejemplo de ello es la negativa de las fuerzas supuestamente “progresistas” a apoyar la Red Madre o el aborto informado o a poner en marcha de una vez la Ley ELA. Para sacar a la calle a los agresores sexuales y los violadores no se tomaron tantísimo tiempo.
Juan Carlos Unzué: "Si los políticos no reaccionan ante una enfermedad como la ELA es que les falta humanidad", por @Dr_Dominguez https://t.co/xZEt5Jgiem vía @libertaddigital
— Carlos Cuesta (@carloscuestaEM) June 11, 2023
La realidad de la eutanasia es que no se trata tanto de abrir una puerta a gente que quiere morir como de cerrarla a mucha gente que quiere vivir. Las opciones no están equilibradas en absoluto. Pedir la eutanasia es cuesta bajo, pedir ayuda y recursos para que por ejemplo un enfermo de ELA pueda vivir es cuesta arriba. Con el aborto obviamente sucede lo mismo. Y es que el aborto y la eutanasia de entrada son la alternativa barata. Hemos creado varias categorías de seres humanos indeseados y eliminables para después poderles ofrecer sólo la muerte («digna») cómo salida. Pero cuestionar este escenario es para la izquierda un retroceso y un recorte de derechos.
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Naturalmente sobre todo esto no se hará una película como Mar Adentro ni se derramará después una lluvia de 14 Goyas sobe ella. Sobre el caso de Ramón Sampedro sí, pero sobre Jordi Sabaté Pons no habrá ninguna película.
Condenados a la eutanasia por desidia política https://t.co/Fr7uprLHXM a través de @ABC_Sociedad
— Jordi Sabaté Pons (@pons_sabate) June 11, 2023
La rampa deslizante se encuentra inclinada totalmente al lado de la eutanasia, no quieren que elijas si eres viejo, enfermo, discapacitado o dependiente. La muerte es la salida barata. No quieren destinar a igualar el tablero los recursos que podrían hacerlo y que tantas madres o tantas personas enfermas o discapacitadas están demandando. No quieren que elijas, quieren que te mueras. Desde luego no te lo pueden vender así, con esta crudeza, así que te lo venden como una película sin reverso. Decíamos que una situación en la que simplemente la eutanasia o el aborto fueran una alternativa ya sería mala, pero es que la situación en la que nos encontramos es mucho más perversa. No hay alternativa y, sobre todo, no quieren que la haya.
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