El último Informe del Estado de la Pobreza realizado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social no deja en muy buen lugar las políticas de los gobiernos del cambio en Navarra en los últimos años.
El dato más llamativo y buscado en este tipo de informes suele ser la famosa tasa AROPE, acaso el indicador más popular en lo referido a la medición de la desigualdad. Pero este es precisamente el problema de este indicador, que no mide exactamente la pobreza sino la desigualdad. Así, por ejemplo, se considera en riesgo de pobreza a una persona sólo por no alcanzar el 60% de la renta media. Seguramente esta persona no se encuentra en una situación desahogada, pero no suele ser lo que habitualmente entendemos por pobreza. Por otro lado, estaríamos hablando de una pobreza relativa. En un barrio rico o una región rica el 60% de los ingresos medios puede ser una cifra estratosférica. Sea como sea, el hecho es que a Navarra tampoco le va bien con la tasa Arope. O sea, que los defensores de la fiabilidad de este indicador no están de enhorabuena foral.
Como puede apreciarse, la tasa AROPE ha crecido del 13,9% en 2015 al 17,2% en 2023, un balance desastroso para dos legislaturas completas de gobiernos de “progreso” e “igualdad”. La desigualdad es ahora mucho mayor que la llegada de estos partidos nacionalistas y ultraizquierdistas al poder.
Queriendo ver algo positivo en estas cifras, podemos pensar que aún seguimos siendo la segunda comunidad española con la tasa AROPE más baja, pero es que en 2015 eramos la comunidad con la tasa más baja. Además, lo éramos con una notable distancia sobre el resto de comunidades. Ahora no sólo somos segundos sino que las distancias se están reduciendo. O sea, que somos más pobres y desiguales tanto en términos relativos como absolutos.
El informe contiene un indicador que seguramente resulta más indicativo que la tasa AROPE o la pobreza relativa. Se trata del porcentaje de población en situación de pobreza material severa. Esto sí es lo que entendemos habitualmente por pobreza. O sea, no la gente que cobra tal o cual porcentaje del sueldo medio sino la gente que efectivamente no tiene dinero para pagar la calefacción, la vivienda, la comida u otros recursos básicos. La mala noticia es que en 2015 la tasa de pobreza severa en Navarra era del 4,4%, viniendo de una crisis y gobernando la derecha, mientras que ahora es del 7,7%. Pues menos mal que ahora tenemos el gobierno más progresista del mundo.
No sólo eso, si retrocedemos hasta el año 2008, nos encontramos con que la tasa de pobreza severa en Navarra era sólo del 2%. O sea, que la pobreza real se ha más que triplicado desde aquella fecha. Menos mal que España con Sánchez, va como una moto, y Navarra con Chivite y Bildu como un tiro.
https://www.eapn.es/estadodepobreza/ARCHIVO/documentos/Informe_AROPE2023_Navarra.pdf