No cabe sino felicitar al PSOE por la designación de Elma Saiz como portavoz del gobierno. Es perfecta. Pedro Sánchez no podía haber elegido a nadie más cualificada. Elma Saiz es justo la portavoz que el gobierno necesita y merece. Otra cosa es entender qué cualidades debe tener una persona para ser portavoz del gobierno de Sánchez. Aquí es donde quizá debamos empezar a apartarnos del pensamiento convencional.
Para comenzar, Elma Saiz es una apuesta coherente. Es decir, el sanchismo y la carrera del presidente nace en Navarra, de la mano de Cerdán, Koldo, Abalos y Antxon Alonso. María Chivite emana de ese humus y Elma Saiz es otra autoestopista recogida por el Peugeot. ¿A quién podemos poner para lo nuestro? ¿Alguien que colabore o que por lo menos no estorbe? Entonces Cerdán y Koldo sacaban de la chistera a la Elma o la Chivite de turno. Y efectivamente, o han colaborado o por lo menos no han estorbado.
En cuanto a la cualificación para ser portavoz del gobierno sanchista, la capacidad esencial es poder mentir sin mover una pestaña, mirando a los ojos, como si tal cosa, jurando y perjurando que los burros vuelan por un cielo de triangulitos. Un portavoz del gobierno de Sánchez tiene que haber acreditado una absoluta determinación para decir que lo blanco es negro, o para decir hoy que algo es negro y mañana que es blanco. No puede haber mucha gente más cualificada que Elma Saiz para desempeñar ese encargo.
El conjunto de los españoles ya conoce de las capacidades de Saiz para tomarles el pelo, diciendo sin subir una pulsación que la Seguridad Social está saneada, que las pensiones están aseguradas a largo plazo y que la hucha de las pensiones está tan gorda que ya no cabe en el banco. No es que Elma Saiz no sepa que las cotizaciones hace tiempo que no cubren ni de lejos el coste de las pensiones, que las pensiones se estén pagando con el dinero de los impuestos y de los presupuestos, que las pensiones cada vez se están comiendo mayor trozo de los presupuestos, que los presupuestos son crónicamente deficitarios, pese a los récord de recaudación, por el coste de financiar las pensiones, y que la hucha de las pensiones crece con dinero de la deuda, o sea que el cerdito está números más que rojos y todo lo que hay dentro del cerdito es prestado. Precisamente porque Elma Saiz sabe esto mejor que nadie, y que por tanto nos miente descaradamente cada vez que habla de las pensiones, es perfecta para el cargo. Para ser portavoz del gobierno sanchista en su etapa terminal no hace falta un mentiroso del montón, hace falta uno de categoría especial.
Por lo que se refiere a los navarros, particularmente los de Pamplona, conocemos hace tiempo las cualidades de Elma Saiz para mentir a discreción. El cerdanismo colocó a Saiz en 2023 como cabeza de lista del PSN a la alcaldía de Pamplona. Elma Saiz se presentó a las elecciones municipales en Pamplona bajo dos premisas sagradas. Primero que no haría alcalde ni a Asirón ni a Cristina Ibarrola, la candidata de UPN. Segundo que aunque ella no fuera elegida alcaldesa se comprometía con todos los votantes de Pamplona a que no los dejaría tirados, no saldría corriendo para Madrid y trabajaría toda la legislatura como concejal desde el Ayuntamiento de Pamplona. ¿Hace falta que les hagamos un croquis?
Elma Saiz es por tanto perfecta para ser la portavoz del gobierno. Salvo el propio Pedro Sánchez o el mismísimo Pinocho es imposible pensar en alguien más cualificado que Elma Saiz para el puesto. Es perfecta para lo que el sanchismo espera de ella. Una elección inapelable. Todo nuestro apoyo y muchas felicidades por este encargo.
