Algo de lo que seguro que ningún candidato va a hablar antes de unas elecciones, aunque casi seguro que tampoco después, es del desagradable asunto de la brecha salarial del sector público. Ya sabemos que el dinero de nuestros impuestos se gasta en Sanidad, Educación… y mala gestión, pero también en gran medida en la brecha salarial de los salarios públicos, también cuando hablamos de Sanidad y Educación. O sea, el mayor coste público en Sanidad y Educación no es en medicinas, o en pizarras, o en calefacción, o en quirófanos, o en colegios, sino en costes de personal. Pagar por una mesa un 40% más de lo que vale es gestionar mal el dinero público, de eso se da cuenta todo el mundo. Pues bien, pagar a los empleados públicos un 40% más de lo que cobran los demás también es gestionar mal. De esto sin embargo sólo se da cuenta la élite de la población que acostumbra a leer algún confidencial. No cualquier confidencial.
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Hemos tenido la curiosidad de consultar los datos oficiales, para poner cifras a la cuestión, aunque para no abrumar con los números nos fijaremos hoy sólo en dos.
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El primer número llamativo es que el coste promedio de los salarios de los funcionarios navarros es de 41.598 euros. El sueldo navarro medio es de 27.995 euros. Es decir, el coste promedio de los sueldos de los funcionarios es un 48% más que el sueldo medio.
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El segundo dato llamativo es que el salario medio mínimo dentro de las distintas categorías de funcionarios es de 27.082 euros. Es decir, el salario promedio MINIMO dentro el sector público es casi el mismo que el salario MEDIO fuera del sector público. Por supuesto, cuanto más crecen los salarios públicos más hay que presionar fiscalmente para pagarlos a los salarios que no son públicos. ¿Es consciente de esto usted que no cobra un salario público? ¿Queda alguien ahí fuera que no cobre un salario público?
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Todo esto puede ayudar más adelante a responder a tres preguntas importantes.
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Primero, ¿en qué se va el dinero de los impuestos?
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Segundo, ¿de dónde se puede recortar para cuadrar ingresos y gastos? No decimos de dónde es fácil o popular, sino de dónde se puede.
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Tercero, ¿cómo ha podido el estado quebrar?
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