El Osasuna es de sus socios, o lo sería si no fuera de los Indar Gorri

Podría parecer exagerado decir que los Indar Gorri se comportan como si el Osasuna fuera suyo, pero no. En realidad, lo realmente preocupante es que sea el club el que se comporte como si el club efectivamente fuera de los Indar Gorri. En vez de expulsar a los ultras del campo, como han hecho clubes del nivel del Barcelona o el Real Madrid, el Osasuna se dedica a protegerlos y pagar multas por los problemas que provocan. La premisa nunca demostrada para mantenerlos es que sin sus cánticos y sus gritos a Osasuna le iría deportivamente peor. No sólo se trata de algo perfectamente indemostrado, sino que de hecho daría igual que fuera verdad. ¿Se toleraría a un grupo neonazi o machista porque animara mucho al equipo? Seguro que no. Por lo demás, como en el caso del Chimy, lo incontrovertible es que a veces a lo que se dedican es a desestabilizar a un jugador. Primero Euskal Herria, después los presos, luego el estado socialista… El Osasuna para Indar Gorri es un instrumento, no una prioridad. El problema con este tipo de grupos es que o se los pone al margen del club o acaban haciéndose los amos del club.

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Para evidenciar este dominio del club, los Indar Gorri por ejemplo colocaron en El Sadar un cartel prohibiendo el acceso a la grada a miembros o aspirantes de la Policía Nacional. Como el estadio y el equipo es suyo y no de los socios, ellos deciden quién entre y quién no entra al club. Adicionalmente ilustraron esta prohibición con la cabeza de un cerdo llevando una gorra de policía. El respeto es cosa de otros. Los dueños del club no se tienen que andar con miramientos. ¿Y si un policía o un aspirante a policía entra en la grada, qué? ¿Lo sacarían a palos como la txabalada alsasuarra o le amenazarían con leerle un capítulo de Innerarity? El Osasuna y el deporte no es más que una excusa para trasladar su ideología al campo del deporte. Indar Gorri no es un grupo de aficionados que apoya a Osasuna, es el frente deportivo de la izquierda abertzale.

❌Condenamos y rechazamos este cartel repugnante lleno de odio🗣️ contra la #Policia que se encontraba ayer en El Sadar #OsasunaValencia

🚫Prohíben acceder a gradería sur a “policías o aspirantes”y los catalogan como cerdos

👉🏼No sois nadie para prohibir nada‼️#Libertad #SUP pic.twitter.com/kn2tI21Hem

— SUP NAVARRA (@SUPnavarra) October 8, 2022

Incidiendo en su condición de dueños del club y de El Sadar, como si fueran un jeque que por lo menos hubiera traído algunos cientos de millones de euros para fichar estrellas, o como si fueran los contribuyentes rescatadores del club, los Indar Gorri también han decidido que la Selección Española femenina de fútbol no debe jugar en El Sadar.

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🔴INPOSIZIORIK EZ!🔴

Espainiar selekzioa kanpora! pic.twitter.com/0IDqZXPxQC

— INDAR GORRI (@19IndarGorri87) October 9, 2022

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Como puede leerse en su delirante argumentario, no sólo es una ofensa que en El Sadar juegue la Selección Española en vez de la de Euskal Herria, sino que a esta ofensa se añade el hecho de que juegue contra la selección imperialista de los EEUU. Lo que hay que jugar en El Sadar es una liguilla en bucle con la selección de Euskal Herria, la de Venezuela, la de Cuba y la de la Rusia imperial putinesca. Ni siquiera reclaman una selección navarra, sino que quieren ser representados por la de Euskal Herria. En Navarra tenemos la desgracia primero de tener nacionalistas, y segundo que encima sean una delegación independentista de otra comunidad.

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Imposible no dejar de notar que la imagen elegida para ilustrar el cartel sea la de una agresión a un jugador español. No pasa nada. No es una mujer. No es un inmigrante. No es un homosexual. Apenas es un ser humano, sólo un jugador español de la Selección.

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Como elemento positivo, los Indar Gorri afirman que esta agresión imperialista sólo la va a poder detener el proletariado, lo que seguramente excluye a la totalidad de este grupo de ultras parasitarios. Por otro lado convocan contra la Selección “tanto a individuos como a agentes políticos”, lo que aparte no significar casi nada sugiere que más que al proletariado en el fondo apelan a su superioridad jerárquica y a su estructura de activismo subvencionado.

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La reflexión final es que el matrimonio Osasuna-Indar Gorri resulta muy desigual. A Indar Gorri le beneficia ser relacionado con el Osasuna tanto como al Osasuna le perjudica ser relacionado con los Indar Gorri. Los Indar Gorri no son nada sin Osasuna. Muy pequeña es la imagen que tiene de Osasuna quien crea que el Osasuna es menos Osasuna sin los Indar Gorri. Los Indar Gorri sólo son un parásito intestinal del Osasuna que lo único que provoca es la proliferación de aficionados que son del Osasuna pese a los Indar Gorri. Si aportaran algo sería justo lo contrario lo que debería pasar.

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