Tampoco este año Chivite recibirá al Angel de Aralar en el Palacio de Navarra, reafirmándose por tanto en la decisión del año pasado de vetar esta visita poniendo fin a una tradición de décadas. Se vuelve así al espíritu de la Segunda República, con el que también se interrumpió aquella tradición. Como todo el mundo sabe la Segunda República fue un régimen exitosísimo, en el que todos los españoles estaban contentísimos, y que acabó de la manera más feliz y afortunada posible, dejando en el recuerdo de todo el mundo el deseo de repetir.
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La Cofradía de las Cinco Llagas ha explicado muy bien la injusticia de este veto: «Si se negara una recepción a un colectivo por ser de otra etnia sería racismo, si fuera por ser migrantes sería xenofobia, si fuera por ser mujeres sería machismo. ¿Y si se le niega una recepción por ser cristiano? Cristianofobia«.
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Efectivamente, como la cofradía también señala «el gobierno no tiene porque ser oficialmente de una etnia, oficialmente inmigrante u oficialmente femenino para recibir y apoyar a estos grupos. La cofradía entiende que el gobierno es aconfesional, pero igualmente no hace falta ser oficialmente cristiano para mantener una recepción secular a San Miguel de Aralar». El traslado del Angel desde Aralar a Pamplona, de hecho, data de 1127. Desde entonces sólo ha habido problemas con la visita del Angel cuando el socialismo ha estado en el poder. Tampoco cualquier socialismo: el socialismo actual y el socialismo del 36. Entremedio ha habido otros gobiernos socialistas y de progreso para los que no ha sido un problema acoger al Angel de Aralar. Uxue Barcos, sin ir más lejos, también recibió sin problemas en la Diputación al Angel de Aralar. No es probable que Chivite sea más progresista que Barcos, sino acaso puede que más cerrada e intolerante. O menos inteligente.
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Podría decirse que la Cofradía de las Cinco Llagas vuelve a poner el dedo en la llaga de Chivite al recordar todas las veces que “los edificios oficiales se iluminan de múltiples colores según el día que se celebre”, o todas las veces en las que se recibe a “colectivos culturales, políticos, reivindicativos, o festivos de todo tipo”, con la llamativa exclusión de los cristianos. En la mentalidad de la extrema izquierda, el espacio público debe estar abierto a todo el mundo menos a los cristianos. Como si los cristianos fueran ciudadanos de segunda o una clase inferior. Una cosa es que el estado sea aconfesional y otra muy distinta que el estado sea anticatólico. De hecho lo que dice la Constitución es que “Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”. ¿Dónde está en este caso la cooperación?
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Cuando la Constitución establece que ninguna confesión tendrá carácter estatal, lo que a fin de cuentas viene a decir es que el estado no será oficialmente católico, no que los católicos estarán vetados del espacio público. Una cosa es que para entrar en el espacio público no haya que ser católico, y otra que los católicos no puedan entrar en el espacio público. Del hecho de que el comunismo, el ateísmo o el vegetarianismo no tengan carácter estatal no se puede deducir que los comunistas, los ateos o los vegetarianos no puedan entrar en el espacio público. Se está aplicando contra los cristianos un veto y una exclusión particular que no tiene ninguna justificación lógica ni constitucional. Como una vez más vuelve a indicar la Cofradía de las Cinco Llagas, estamos ante un problema que ya casi es de mala educación. El Parlamento o el Palacio de Navarra al parecer es de todos, menos de los cristianos. Está abierto a todos, menos a los católicos.
Pamplona se vuelca con el ángel de Aralar: las fotos del multitudinario recibimiento https://t.co/BhEjCPiFAY vía @navarra_com
— Ángel Ansa (@angelansae) April 17, 2023
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La Cofradía de las Cinco Llagas, ya que el gobierno socialista de Chivite impide la visita del Angel y el acceso al Palacio de los fieles o de cualquier persona interesada en nuestras tradiciones y cultura, anima alternativamente a acompañar a San Miguel Arcángel por los distintos recorridos que se llevan a cabo esta semana por múltiples instituciones religiosas y laicas, más abiertas y tolerantes que el Palacio por el que Chivite a fin de cuentas es la que está de visita o de paso. Lo bueno es que Chivite les estampa la puerta en la cara a los cristianos a sólo un mes de las elecciones forales. El desaire de Chivite no está mal como acto de campaña contra todo aquel que se considere creyente o simplemente le guste el respeto y la libertad.
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Un comentario
Ahora precisamente estaba leyendo la biografía del «Bisbe Irurita». En su reciente, delicioso, imprescindible y documentado libro «Mons. Manuel Irurita, obispo de Barcelona». Mártir por querer que Cristo reinara en su diócesis, del jurista José Javier Echave-Sustaeta del Villar que explica la verdadera historia del martirio de Irurita, desvela las razones ideológicas de quienes no lo quieren ver en los altares, y destroza con pruebas forenses definitivas las fábulas nacional-progresistas inventadas para evitar que se canonice al obispo de Barcelona, un «colonizador» como dicen y dijeron los nacionalistas, aun no siendo castellano, sino navarro de Ulzama y euskaldun. Navarra: tierra de mártires y de profundo catolicismo. Uno se pregunta ¿merece esta tierra a estos sectarios gobernantes? Seguro que si la misiva fuese de musulmanes les abrirían las puertas de par en par, porque no nos engañemos, no son laicos, sino cristianofóbicos.