La celebración del Día del Orgullo Gay ha muerto de sobreexposición. Es decir, vivimos tal saturación de lo gay que todos los días parecen el día del orgullo gay. En consecuencia, cuando es realmente el día del orgullo ni nos enteramos. De lo que nos enteramos en todo caso es de que Irene Montero se va a Hungría a celebrarlo porque Orban había prohibido su celebración. Cuidado con el matiz porque no es que Orban persiga a los gays, sino que pone freno a la exaltación de la ideología de género que no es exactamente lo mismo. De hecho, la izquierda anda bastante preocupada en los últimos tiempos con el número de homosexuales que empiezan a simpatizar con la derecha y se les escapan del muro. Ser homosexual es tolerable para la izquierda, siempre que se sea un homosexual sanchista. Por otro lado, los homosexuales deben limitar su vida a su propia homosexualidad. No pueden analizar las diversas ofertas políticas valorando cuestiones como la seguridad, o la fiscalidad, como si los homosexuales no pudieran ser autónomos o empresarios o no pudieran ser atacados o atracados. Un homosexual no puede cuestionar que tiene que votar automáticamente a la izquierda por ser homosexual.
Frente a la ideología de género o la hiperhomosexualización, no es fácil tampoco encontrar una alternativa en la derecha aparte de VOX. El PP no toca las leyes y chiringuitos de género salvo allí donde donde tiene que gobernar con VOX. En el Dia del Orgullo, los líderes de UPN o el PP quisieron dejar claro que nadie en la izquierda celebraba más que ellos el orgullo gay. No es sólo que UPN o PP se sumen a esta exaltación de la ideología de género que significan las celebraciones LGTB, es la debilidad que muestran con esa permanente necesidad de sentirse validados por la izquierda. No puedes llegar al gobierno y llevar a cabo una política diferente a la de la izquierda si necesitas su constante validación.
El problema de abrazar el movimiento LGTB es todo el pack ideológico que incluye actualmente este movimiento. Este pack que es obligatorio celebrar con orgullo y abrazar incluye ideas como que el género es autodeterminable o que los niños, las niñas y los niñes pueden tener sexo con quien quieran. Por si esto último no estaba bastante claro después de aquellas famosas declaraciones de Irene Montero, TVE a través de una de sus tertulianas de guardia ha insistido en ese mensaje con motivo de la celebración del orgullo, en la tele pública, la de sólo unos cuantos pero que todos pagamos. Desde la televisión pública española el mensaje a los niños, niñas y niñas que ya han acabado el colegio y están viendo la tele es que follen todo lo que quieran y con quien quieran.
Las implicaciones del mensaje están claras, lo único dudoso es si la orgullosa portavoz del sanchismo es tonta, malvada o una jugosa proporción de ambas condiciones. ¿Por qué los niños son niños? ¿Por qué no pueden conducir, pedir un crédito, votar, entrar a un casino o comprar un arma? Porque todavía no están totalmente formados. Porque pueden ser fácilmente manipulados y engañados. No es para perjudicarles que se les impiden esas cosas, sino para protegerlos. ¿Van a tener sexo “seguro” todos esos niños, niñas y niñes a los que desde RTVE se les manda a follar a destajo? ¿Y qué es eso de que follen con quien quieran? ¿No es lo mismo que decía Irene Montero? Entonces no era una idea particular de Irene Montero, como si Irene Montero pudiera tener ideas propias, sino una auténtica consigna del discurso dominante. ¿Y si los niñes quieren tener sexo con adultos? ¿Y si deciden que quieren tener sexo a cambio de dinero o juguetes? ¿Y si les apetece colgar fotos por internet? ¿Cómo se les puede incitar a los niños desde RTVE a que hagan lo que quieran con su sexualidad? ¿Cómo se puede transmitir semejante mensaje de manera tan irresponsable si se cree que hay límites con la sexualidad o la edad? El mensaje es también incoherente con perseguir las prostitución. Si puedes tener sexo con quien quieras, no digamos siendo adulto, ¿por qué no puedes querer tener sexo con quien te paga? Ten sexo cuando quieras con quien quieras no es una doctrina, es la ausencia de toda norma moral.
Finalmente, resulta de lo más llamativo que Irene Montero se haya ido a celebrar el día del orgullo gay a Hungría en vez de a Gaza o Irán. Si piensa que hay que celebrar el orgullo gay allí donde los homosexuales están más amenazados, lo lógico es entonces ir a apoyarlos a Teherán. Pero claro, si todo es una pantomima es mucho más seguro ir a Hungría, donde por cierto Irene Montero ha podido disfrutar de su visita sin ninguna represalia y tan feliz de la vida.
2 respuestas
También Yolanda Díaz y Urtasun fueron a Budapest, seguramente con su séquito y financiados por el dinero de los españoles. Cada día tengo más la sensación de que los políticos viven como ricos con nuestro dinero, centrados en su disfrute y olvidándose de sus votantes y sus necesidades, especialmente la izquierda. Y ni hablar de los nacionalistas con sus arrebatos de ensoñación patriótica.
Si simplemente sus doctrinas les sirviesen para vivir del cuento, se trataría solo de unos pícaros, picaras o pícares. Me temo que es algo peor. Aunque en ciertas cuestiones soy algo escéptico, lo que sale de su boca es lo más parecido a lo que diría alguien poseído por el demonio, si es que estas posesiones demoníacas existen.