El caso Abalos y su penúltimo capítulo, el de los mensajes de wassap con Pedro Sánchez, pone en un serio aprieto al gobierno. Lo que por otro lado no se explicita cabe deducirlo con más pena que gloria para el presidente del gobierno. La última pieza del rompecabezas es que Abalos reconozca su visto bueno a la publicación de los mensajes. En realidad hay que distinguir en todo esto el mensaje superficial del mensaje de fondo.
El mensaje superficial que nos ha mantenido entretenidos todos estos días pasados es que Sánchez llamara “pájara” o “petardo” a tal o cual ministra o a tal o cual barón, o que consultara con Abalos el rescate de Air Europa a los cinco días de que se le pidiera a doña Begoña intermediar en el rescate, o que en general Abalos, especialista en paradores, sobrinas y comisiones, fuera uña y carne con Pedro Sánchez y su factotum para la dirección del partido y todo tipo de servicios, no ya hasta la publicación de los primeros asuntos turbios sino incluso después. ¿Por qué echó Sánchez a su mano derecha a la que tanto apreciaba cinco minutos antes de empezar a desatarse sus escándalos? Todo apunta a que Sánchez ya era consciente de lo que se iba a publicar y que lo defenestró para crear un cortafuegos. Pero claro, el cortafuegos tiene vida propia y ahora exige atención.
El mensaje de fondo no son sin embargo los desprecios de Sánchez a ciertos hombres y mujeres de su entorno, o sus maneras autoritarias intolerantes a la crítica, o su aprecio hacia Abalos. Todo esto en el fondo no es muy importante. El mensaje de fondo se dirige de Abalos a Sánchez (por eso quiere que se sepa que el filtrador es él), no es explícito sino implícito, y el contenido es el siguiente: que sepas que tengo guardados todos nuestros mensajes, tú ya sabes todo lo que hay en esos mensajes, sácame de esta o todo saldrá a la luz.
Efectivamente, todo sugiere que nos encontramos ante un chantaje y que todo lo publicado hasta ahora no tenía como objeto destruir sino avisar. Pero claro, un aviso necesariamente implica la exstencia de material comprometido. No hay chantaje posible sin un comportamiento inadecuado detrás. Nadie puede chantajear a otro con los vídeos de una infidelidad si no hay una infidelidad. ¿Que mensajes con Sánchez puede tener guardados Abalos? Nosotros podemos especular, pero el que lo sabe es Sánchez.
Por otro lado, Sánchez ha enviado un mensaje claro al mundo desde que está en el gobierno, ese mensaje es que a cambio del poder es capaz de cualquier cosa. Si eres un delincuente y te persigue la justicia, pero tienes los votos que necesito, te cambio los votos por la derogación de las leyes que has infringido, y además te ofrezco una amnistía o un indulto. Si tienes unos terroristas presos cuya liberación es más importante para ti que cualquier otra cosa, tú me votas los Presupuestos y yo voy haciendo lo necesario para que vayan saliendo a la calle. Si tú me votas, te hago vicepresidente, y a tu mujer ministra, y le doy un presupuesto de 500 millones. Y así todo. Si el mensaje de Sánchez durante estos años es que está dispuesto a lo que sea con tal de ser presidente, Abalos no ha hecho más que acusar recibo de este mensaje. Para mantenerte en Moncloa no sólo necesitas comprar los votos de tus socios, también necesitas comprar mi silencio. El precio de mi silencio es que me saques de esta, como sea, a fin de cuentas tú eres el presidente del gobierno y no eres escrupuloso.
¿Cómo pueda ayudar Sánchez a Abalos? Esto es pura especulación, pero podría indultarlo, o podría presionar a la UCO, o podría cambiar al jefe de la UCO si no se deja presionar, o algunas pruebas del caso Abalos podrían desaparecer o quemarse en un juzgado como sucede en algunos casos, o Pumpido podría declarar inconstitucional el proceso contra Abalos. El problema de cómo conseguir salvar a Abalos lo tiene Sánchez, que también tiene el poder y los recursos, por tanto que le pregunte a la flor y nata de sus asesores la solución. Para todos los demás de cuyo voto dependía Sánchez ya han sabido encontrar solución. Normal que Abalos no se resigne a que todos los socios con problemas de los que depende la presidencia de Sánchez hayan tenido alguna solución y no la tenga su caso. También la presidencia de Sánchez depende de Abalos. Nada de lo que está pasando tiene sentido si Abalos no tiene información, que no es la publicada, que pone la presidencia en cuestión. No va a ser Abalos el único del que depende la presidencia de Sánchez para cuya situación Sánchez no quiera encontrar algún tipo de solución.
Por lo demás, aquí sólo caben dos opciones si partimos del análisis correcto. O efectivamente Sánchez encuentra una solución, y lo que veremos entonces es que no aparece ningún mensaje comprometido y Abalos sale de rositas de un modo u otro, o Abalos no recibe garantías y todos los mensajes, presumiblemente con contenidos escandalosos, son publicados.
Naturalmente el corolario de todo esto es que el gobierno de un país serio no puede ser rehén de quienes quieren destruirlo, de Otegui, de Rufián, de Puigdemont… y ahora también de José Luis Abalos, imputado por un carromato de casos de corrupción.
