Ya estoy oyendo las excusas de los burócratas: «No podemos hacer nada», «Hay que cumplir la ley». Supongo que algo así dirían los funcionarios del III Reich, pobrecillos, obligados por obediencia al Estado, a la ley, al orden, al Boletín Oficial. Pero ¿de verdad que no se va a poder hacer nada para evitar que se instale un abortorio en Navarra?
La ley sólo es ley verdadera si es justa. Esta idea tan básica y radical es algo más que un capricho tomista, es una actitud ante la vida sin la cual no cabe presumir de ser una persona decente. Cumplir por cumplir es el colmo de la hipocresía y de la tibieza. Ante una ley criminal, inmoral en grado sumo, que permite la eliminación de vidas humanas inocentes no cabe mas que una oposición firme, hasta sus últimas consecuencias, incluidas el boicot, la insumisión, dimisión o la pérdida del propio puesto de trabajo. Esa es la única manera honorable de pasar a los libros de historia, todo lo demás, las componendas, las medias tintas es -y si no lo será- el colmo de la vergüenza.
Entonces ¿sería preferible seguir como hasta ahora, pagando el viaje para que se aborte fuera de las mugas forales? Tampoco. Llega la hora de la verdad, que cada uno se examine en conciencia y vea qué es lo que puede hacer por evitar que suceda lo uno y lo otro. Seguro que se puede hacer algo. ¡Un poco de imaginación por favor!
2 respuestas
No hay derecho
Chapeau…!