> N. C. En ocasiones, los farmacéuticos pueden encontrarse con dilemas de orden moral al dispensar determinados medicamentos. Hasta ahora, han podido alegar objeciones de conciencia para negarse a proporcionar fármacos controvertidos como la píldora del día después (pdd) o, como ocurre en algunos países, medicamentos para la eutanasia. El Profesor José López Guzmán, de la Universidad de Navarra, ha propuesto una nueva fórmula para la objeción, que está basada en razones ‘de ciencia’. “Consiste en la posibilidad de que el farmacéutico pueda cuestionar la conveniencia de determinados tratamientos, basándose en su competencia y cualificación técnica, sin recurrir a la objeción de conciencia”. De acuerdo con esa tesis, por ejemplo, un farmacéutico puede negarse a dispensar la pdd a menores de 16 años porque existen estudios representativos que el uso de ese fármaco en mujeres de esa edad es peligroso. O en el caso de la eutanasia, la negativa podría ampararse en el hecho de que el profesional tiene que respetar el Código de Ética Farmacéutica, en el que se dice que la actividad “se dirige al cuidado de la persona y no a su destrucción”. El estudio del Profesor López Guzmán aún está pendiente de publicación. Su difusión supondrá un avance importante en las cuestiones de deontología profesional de la farmacia y la bioética.