Si Navarra deja de pagar 93 millones al estado, el estado dejará de pagar 93 millones a Navarra

x

El cuatripartito ha decidido cuadrar las cuentas forales de 2016 abriendo un conflicto respecto al Convenio y dejando de pagar 93 millones al estado por los servicios que el estado central presta en Navarra. Hay quien se pregunta si esto lo hace el cuatripartito porque Navarra está pagando de más o si se trata de crear como sea un conflicto con el estado central, porque al nacionalismo siempre le viene bien cualquier conflicto entre los navarros y el resto de los españoles al estilo del “España nos roba”.

x

El estado tiene la batalla económica ganada

Para mejor entender la naturaleza del conflicto planteado por el cuatripartito, tal vez sea lo más indicado empezar por el hecho de que el estado tiene la batalla ganada en este pulso por el convenio. La razón es que por un lado tenemos lo que Navarra paga al estado, que es la cifra que ha puesto en cuestión el cuatripartito, de la que ha restado 93 millones. Por otra parte, sin embargo, se encuentra lo que el estado paga a Navarra en concepto de ajustes fiscales, de donde el estado pagará 93 millones menos a Navarra para resarcirse de los 93 que no ha pagado el cuatripartito.

x

Los ajustes fiscales por IVA

Como decíamos, en este conflicto tenemos por un lado lo que Navarra paga al estado por los servicios prestados, pero por otro tenemos todo el dinero que el estado paga a Navarra por los ajustes fiscales. Cuando los navarros hacemos la compra en cualquier empresa que tributa en el régimen común, el IVA de todas esas compras lo recauda el estado. Como parte del IVA que recauda el estado por los impuestos que paga la empresa X, corresponden a las ventas de esa empresa en Navarra, el estado devuelve a Navarra el IVA correspondiente a las ventas en Navarra de las empresas que tributan fuera de Navarra. Esta es una cantidad que puede rondar los 800 millones, que es mayor que lo que Navarra paga al estado por los servicios que presta el estado y de la que el estado puede restar todo lo que el cuatripartito deje de pagar.

x

Si el cuatripartito deja de pagar 93 de los 610 millones que nos corresponden, el estado descontará esos 93 millones de los 800 que nos tiene que devolver por IVA. Si Uxue Barcos decidiera pagar 0 euros por los servicios que el estado presta en Navarra, el estado descontaría los 610 millones de los 800 que devuelve por IVA y asunto conluído. Por consiguiente, el conflicto que ha abierto el cuatripartito ya tiene un vencedor, al menos desde el punto de vista económico, lo que nos lleva a pensar que abrir el conflicto sólo tiene sentido desde el punto de vista político.

x

El espejo de la CAV

El conflicto que Barcos y las fuerzas que la apoyan ha abierto con el estado, no es más que una réplica del que la CAV tiene abierto desde 2001 con el cupo vasco, en tiempos del lehendakari Ibarreche. Desde aquel año, prácticamente sin interrupción, el gobierno vasco y el central han estado jugando al gato y al ratón según el modelo descrito en el párrafo anterior. El gobierno vasco pagaba X millones menos al estado y el estado descontaba X millones de lo que devolvía a la CAV por los ajustes fiscales del IVA y otros impuestos.

x

La ventaja de la CAV es que cada vez que no hay una mayoría absoluta los votos nacionalistas se ponen en venta a cambio de negociar la cifra que el estado reclama a la CAV. De este modo, la CAV ha conseguido pagar de menos al estado a cambio de votos. Si el estado nos roba está mal, pero si le robamos al estado esta bien. Naturalmente puede llegar un momento en que muchos españoles lleguen a pensar que mejor que la CAV se independice a regalarle dinero, pero este es un pensamiento que inquieta bastante poco a los independentistas, como es lógico. Lógico es también que, por esto mismo, cada vez estén dispuestos a pagar menos y a chulearle más dinero al estado.

x

Premiar al leal y castigar al desleal

Uno de los problemas que se encuentra el estado a la hora de negociar con los separatistas es que, en virtud del mecanismo anterior, si en la CAV o en Navarra hay un gobierno leal que trata de determinar cuál es el precio justo de los servicios que presta el estado, y se lo paga, puede resultar que los votantes vascos y navarros vean que la lealtad se castiga y la deslealtad se premia, en caso de que un gobierno separatista consiga pagar menos de lo que debe. En este sentido, sería deseable que los gobiernos separatistas no obtuvieran para Navarra o la CAV pagar menos que los gobiernos leales, o el propio estado estaría incentivando el voto separatista. El problema es que si el gobierno central necesita los votos de los separatistas, tiene que aceptar las cuentas de los separatistas o alcanzar un pacto de estado con el resto de fuerzas nacionales que, por lo visto, de momento es algo que parece mucho más allá de nuestra actual madurez política.

x

La izquierda fantástica

Como reflexión adicional a la descripción de todo este mecanismo, podría señalarse también el llamativo entusiasmo con el que las fuerzas de extrema izquierda estatal, como IU o Podemos, se suman a los infrapagos de los partidos separatistas ya sea en la CAV, en Navarra o, de otra manera, también en Cataluña. A fin de cuentas estamos hablando de una especie de fraude fiscal, en virtud del cual hay una serie de comunidades que estarían pagando menos de lo que les toca por los servicios públicos estatales y además estas comunidades serían casualemente las más ricas de España. Es decir, las comunidades más pobres tendrían que aportar más para pagar los servicios que reciben las comunidades más ricas, a las que se les consiente pagar menos. Todo esto asumiendo que esas comunidades no pagan lo que les toca, sino menos de lo que les toca. Por de pronto, resulta muy curioso que las fuerzas de extrema izquierda, como IU y Podemos, en esa tesitura se pongan de partida y sistemáticamente de parte los gobiernos separatistas y de las comunidades ricas. Quede claro que el sistema foral no es un privilegio ni un mecanismo insolidario, salvo que se haga trampa. Pero lo insolidario es la trampa, no el sistema foral ni el autogobierno.

x

¿No se puede ser justo y navarro?

Si un navarro agrede a una riojana, ¿cómo te vas a poner del lado de la riojana? Si un aragonés dice que los ángulos de un triángulo suman 180 grados y un navarro se lo discute, ¿cómo te vas a poner del lado del aragonés? ¿Acaso no amas a Navarra? ¿Acaso eres un mal navarro? Argumentaciones de este estilo son a las que estamos asistiendo estos días en algunos foros. Ante el impago del Gobierno de Navarra, no habría que preguntarse si la cantidad a pagar es justa o injusta, y ponerse del lado del gobierno central o del navarro según la respuesta, sino que si alguien no se sitúa automáticamente al lado de Barcos, entonces es un enemigo del convenio, del régimen foral y de la identidad de Navarra. Esto lo dicen, además, en general partidarios de ceder casi todas nuestras competencias a Euskadi y pagar un «cupo» salvaje al gobierno vasco, como cualquier vulgar diputación de la CAV.