Como solemos repetir en estas ocasiones, la labor de Cáritas es incuestionable; por el contrario, los informes y análisis de Cáritas sí lo son. Viene a cuento esta observación de la VIII edición del informe Foessa, sobre exclusión y desarrollo, que periódicamente presenta Cáritas, y de cuya última edición, correspondiente a 2018, vienen hablando los medios en las últimas horas con profusión.
x
Las conclusiones del informe vienen a ser las clásicas de este tipo de informes (veremos el porqué), según las cuales cada vez hay más pobreza y desigualdad, cada vez hay más españoles en riesgo de exclusión y en general, pese a la recuperación, todo va mucho peor. Esto es así porque el sistema es injusto por naturaleza y porque la gente que se empobrece con la crisis nunca se recupera. Antes eras pobre porque no tenías trabajo, ahora eres pobre aunque trabajes. Todo es penuria y miseria. Si alguien que no saliera a la calle o no viviera en España leyera el informe, concluiría que España es poco menos que Botsuana, que no hay escuelas para los niños, que no se atiende a la gente en los hospitales, que la gente duerme masivamente en la calle y muere de hambre constantemente.
x
El informe, además, se encuentra totalmente trufado de perlas como el reconocimiento a los colectivos que han defendido los avances sociales, como “el movimiento feminista, identificando el patriarcado como estructura de dominación estructural y recordando que el sentido último de la política y de la sociedad no es otro que la defensa y el sostenimiento de la vida”.
x
El análisis hace reiteradas denuncias al “neoliberalismo”, a los recortes, al “discurso de la disciplina presupuestaria y financiera”, como si la causa de toda la pobreza que refleja el informe fuera culpa de no vivir en un régimen comunista. Como si la indisciplina presupuestaria y financiera, el endeudamiento y gastar más de lo que se genera fueran la fórmula de la felicidad y la prosperidad duraderas. Leyendo el informe cualquiera se preguntaría a qué causas atribuirían sus autores la miseria si el estudio se realizara sobre la sociedad venezolana.
x
La democracia está desapareciendo porque ya casi sólo votan los ricos
El informe llega a sostener teorías como que la democracia está dejando de existir porque la abstención extrema se concentra en los suburbios pobres de las ciudades y “en España existen barrios donde el 75% de los habitantes no votan”. El análisis dice que una parte de los excluidos expulsados por la crisis reciente han encontrado una salida en la oferta de los nuevos partidos (sólo le falta decir que a Podemos, el partido defensor de los desfavorecidos), pero que otra parte ha venido a acompañar a los perdedores de toda la vida, que ocupaban mayoritariamente los espacios abstencionistas. El resultado sería que “se otorga más peso e influencia a los grupos de más renta, cuya participación política no ha menguado”, de forma que “la brecha entre ricos y pobres se ensancha no solo en el plano social y económico, sino en el político”. Y claro, si los pobres (la gente) no votan, los partidos sólo representan a los ricos.
x
x
Como veníamos señalando, los datos estrella del informe que recogen los medios van en la línea de indicar que estamos incluso peor que durante la crisis, que las cosas no han mejorado nada y que hay 8,5 millones de españoles en situación de exclusión. Como siempre en este tipo de informes, ya sea Cáritas o Intermón Oxfam quien los elabora, el quid de la cuestión viene a estar en qué entendemos por excluidos o pobres. ¿Alguien ve realmente a su alrededor el paisaje devastador que pinta el informe de Cáritas? ¿Cuántos niños desnutridos o sin escolarizar ve uno un día cualquiera por la calle? ¿Hay un 20% de españoles viviendo bajo los puentes o recogiendo cartones en los contenedores? ¿O si el salario medio es de 24.000 euros llamamos pobre o excluido al que cobra 16.000 euros por representar menos de 2/3 del salario medio? ¿Vive en la miseria realmente alguien que cobra 14.000 ó 16.000 euros? Si tomamos como referencia la lista de las 25 personas más ricas de España, teniendo en cuenta que 15 de ellas tendrían menos de 2/3 del promedio de riqueza del grupo, ¿habría que considerarlas pobres o en riesgo de exclusión? O imaginemos que a todas las personas que cobran menos de 1.000 euros al mes les triplicamos el sueldo, pero a las que cobran más se lo cuatriplicamos. Efectivamente habría más desigualdad pero, ¿realmente habría más pobreza y exclusión como pretende la forma de medir la realidad del informe? Y si por el contrario todo el mundo en un grupo cobrara 100 euros al mes, ¿podría concluirse que en ese grupo no existía la desigualdad, ni por tanto el riesgo de exclusión ni la pobreza, y que se trata de un grupo tremendamente próspero o preferible a uno desigual simplemente por ser uniforme en su miseria?
x
Lo que todo el mundo entiende por ser pobre, por el contrario, es no tener dinero para la luz, la calefacción, la comida, el alojamiento… Y de hecho existe una magnitud que mide este tipo de pobreza que es en definitiva la que todos entendemos como pobreza. Esta magnitud se llama “Privación material severa”, y según Eurostat afectaba en 2017 al 5,1% de los españoles y se trata de un porcentaje decreciente desde el 7,1 del año 2014. Paradójicamente, esta magnitud cada vez se usa menos en este tipo de informes, como si su fin fuera describir una sociedad apocalíptica y llena de miseria al margen de si la imagen es fiel a la realidad. Cáritas sabrá para qué pretende ofrecer una imagen muy empeorada de la realidad a la sociedad, casi como si deseara que hubiera más pobres de los que por desgracia ya hay. Obsérvese además que el nivel de pobreza real en España es similar al de Bélgica o Irlanda, apenas superior al de Francia y mucho mejor que el de Italia, países todos ellos de los que no tenemos la imagen de que la población viva generalizadamente en la miseria, como tampoco pasa en España, que se encuentra en niveles similares a los citados y no a los de Somalia.
x
x
Que haya un 5% de españoles (unos 2,4 millones) en una situación de graves dificultades económicas para obtener bienes y servicios de primera necesidad no diremos que es un dato entusiasmante, pero está muy lejos de ese 20% de personas u 8,5 millones de españoles viviendo en la miseria que pinta el informe de Cáritas, un dato que por otro lado no coincide con la realidad que todos podemos observar, como que las cosas han mejorado desde los peores momentos de la crisis contra lo que dice el informe.
x
x
Un comentario
El futbolista del Barça que más cobra es Messi (alrededor de 30 millones/año), el que menos viene a cobrar unos 2 millones/año, por eso este último futbolista (muy socialista él) va a fichar por el equipo de mi pueblo porque es mucho más igualitario que el Barça, ya que todos cobran lo mismo (prácticamente nada).
Y es que, Sras. y Sres., la desigualdad no mata, lo que mata es la pobreza y la miseria, los auténticos productos de los gobiernos socialistas y comunistas.
Esos mantras del informe de Cáritas son los mismos que se escuchaban en el año 2000 con el 4,6% de paro en Navarra (pleno empleo). ¿Cuánto cobran los que hacen esos informes? ¿Quién los paga? ¿Con qué dinero?.