Esparza ganó, lo hizo con claridad (57% frente al 38% de Salanueva y al 4% de Kutz), después de ponérselo difícil a sí mismo, y evitando un escenario que podía haberse dado con tres candidatos.
Se lo puso difícil porque algunas voces habían sugerido que votar sólo en Pamplona favorecía cierto perfil de candidato. Esparza, sin embargo, no temió introducir la novedad de que se pudiera votar también desde Tudela, Estella, Tafalla y Elizondo. O ganaba sin peros o no ganaba. Al final, sin embargo, la participación (1.319) resultó menor que en la anterior elección (casi 1.700), la que se disputaron Barcina y Catalán. Mayor sin embargo que en 2009, cuando se eligió a Barcina prácticamente por aclamación.
Aparte de elegir un candidato, los militantes quizá eligieron alguna otra cosa de rebote.
Por ejemplo, quizá eligieron no tener una bicefalia. Salanueva anunció que si ganaba no se presentaría después como candidata a encabezar la lista de UPN. Es decir, que votar a Salanueva implicaba bicefalia y la militancia no ha elegido esta opción. Aunque como Salanueva dijo que no se presentaría a candidata si era presidenta, pero no que no lo haría si no lo era, lo mismo todavía es posible la bicefalia sólo que entonces Esparza sería el presidente y ella la candidata, caso de que ganara.
Pero vayamos poco a poco. De momento el presidente es Esparza y, en virtud del peculiar proceso que se ha marcado UPN, dentro de unos meses se celebrará un congreso extraordinario en el que volverá a elegirse no sólo el cargo de presidente, sino toda la cúpula de la formación. Obviamente la carrera de Esparza hubiera terminado si hubiera perdido, pero haber ganado esta etapa con final en puerto no le garantiza aún la víctoria final en los Campos Elíseos. Aunque de momento va por buen camino. Por ese camino hay que cruzar las Elecciones Generales. De aquí al congreso extraordinario, por otro lado, le hace falta construir un equipo que de cara las próximas forales sería estupendo que fuese renovador, plural y brillante. Un equipo en el que Esparza no tuviera por qué ser el mejor. Ganas nos dan de decir que algo así como la Comunidad del Anillo, gente capaz de ilusionar de puertas adentro y de puertas afuera, gente a la altura del rival y de la misión.
En la anterior elección Barcina ganó a Catalán por el 51,38% de los votos frente al 47,27%. En este sentido la victoria de Esparza ha sido mucho más amplia. Por otra parte, Barcina consiguió más votos que Catalán y Catalán algunos más que Esparza, claro que como ya hemos señalado hubo más participación y probablemente, lo uno por lo otro, más confrontación.
Otra cosa que significa el resultado es que la militancia no le echa la culpa a Esparza del mal resultado de UPN en las elecciones forales. Kutz obtuvo un resultado meramente testimonial.
Esparza ha conseguido ganar y ha conseguido hacerlo evitando una situación incómoda, que hubiera sido la de haber vencido pero que Kutz y Salanueva juntas hubieran sumado más votos que él.
Por si alguien está interesado en el dato, 574 afiliados votaron en Pamplona, 372 en Tudela, 174 en Estella, 160 en Tafalla y 36 más lo hicieron en Elizondo.
A Salanueva y Kutz les honra haber salido a dar la rueda de prensa, hacerse la foto y hablar de unidad junto al vencedor. Es posible que lo tuvieran pactado los tres candidatos fuera quien fuese el vencedor. Aunque todos los candidatos han sido elegantes, es hábil que Esparza haya sabido ser deportivo en su campaña porque, no hiriendo al rival, que a la vez es compañero, se le pone después a este más fácil el remar todos juntos al día siguiente de la elección. Una vez más, ser correcto no sólo ha sido lo más ético sino la mejor estrategia. Es bueno empezar a acostumbrarse a esto, a que pueda presentarse cualquiera, a que la gente elija, a competir con deportividad.
8 respuestas
Sólo 1300 afiliados fueron a votar.
Caben en el kiosko de la Plaza el Castillo.
Estos son los que van a defender Nabarra de los masones, rojos y separatistas?
Y a Kutz quien le animó a presentarse para hacer semejante ridículo?
Ha ganado el menos malo de los tres, a mi modo de ver, y no es que crea precisamente que es un crack como individuo….pero la sorpresa, de las buenas, puede venir si sabe formar un buen equipo.
No mucho ha, un hombre sin carisma y sencillo, supo reunirse de bastante gente y de muchos mejores que él mismo, más experimentados y brillantes. Y supo convertir la Expaña sociata del paro y el pesebre, en una España competitiva, del empleo y trabajadora, que miraba más a la bolsa en ascenso, que las entrelíneas del BOE, que pensaba más en invertir que en sestear. Con sus luces y sombras, pero con las ideas claras.
Y los españoles pasaron de parados a accinistas de Endesa, Telefónica y se hicieron una casita en el pueblo, se compraron un coche nuevo y mandaron a los niños a la Universidad.
Todo por saber formar un buen equipo y reunir mucha gente distinta pero con un mismo objetivo.¿Me entienden ustedes? Al final lo que cuenta no es ni el líder ni un partido, sino que la gente de la calle pueda llevar a cabo su proyecto vital sin problemas causados por políticos.
Se está viendo lo duro que es ser un partido de la oposición, ahora que no tiene poder su influencia es escasa, han votado poco más de 1000 afiliados.
Si no recupera el poder en las próximas elecciones corre el serio riesgo de desaparecer, tras haberse hundido el Régimen que había creado.
Creo que hay varios aspectos dignos de comnentar:
1. La participacion es, bajo mi punto de vista, bajísima. En un momento de crisis como el que sin duda vive UPN, que no se movilice mas que la tercera parte del censo es para echarse a temblar.
2.- Efectivamente, la eleccion de Esparza podria ser la menos mala, y hacerse buena a base de fichajes para el equipo. Pero los fichajes deben venir despues de dar bajas. Ahi es donde se vera la madera del lider. Le doy unos nombres para que reflexione: Garcia Adanero, Sanchez de Muniain, Miguel Sanz. Y eso para empezar.
3.- Campaña de muy bajo perfil político, con vaporosas llamadas a la reconstruccion pero sin mucha sustancia en cuanto a las propuestas concretas.
4.- Salanueva se equivocó al acusar a Esparza del fracaso en las elecciones. El fracaso electoral es colectivo, viene de antiguo, y no se atribuible en absoluto a un candidato que hizo la campaña que le diseñaron dos augustas cotorras que calientan escaño en este mismo momento.
5.- Las espadas siguen altas. Muy altas. Al tiempo.
3.-
Lo que debe hacer es defender desde ya a Navarra,de un cuatripartito que se ha puesto al máximo en intentar cambiar sus señas de identidad y coartar la libertad en muchos aspectos de nuestra Navarra,la de todos.Espabila Esparza,corres el riesgo de que refunden CDN o que surjan nuevos partidos navarristas.
Deben de andar jodidos estos de UPN, porque para votar presidente al » Ruinas de Aoiz » hay que estar necesitado.
Me alegro pero muchisimo de la decadencia de este partido, porque al fin y al cabo, son los responsables de la ruina de Navarra y ya no encuentran quien pueda lavar el nombre del partido.
Lo de este elemento se llama afán de protagonismo, pero mira que como gestor, no se si se puede encontrar uno peor.
Me parto y me troncho.
La ruina de Navarra empezó hace tres meses,palmero de los ruina_Bildu…Hemengo.
«… responsables de la ruina de Navarra», dice Hemengo… La primera en los rankings de Educación y de sanidad, la región de España con menor índice de paro. Eso hasta ahora, veremos si el nuevo «cutrepartito» mejora todo eso, pero lo que sí tenemos garantizado con algunos de los que han entrado es la ruina moral, esa sí que es peligrosa.
Sr. Caña, me ha encantado el símil de mirar más al ascenso de la Bolsa que las entrelíneas del BOE como muestra de Progreso (con mayúscula para no confundirlo con el otro tan de moda pero tan vacío).