El micro de Vito Quiles ha vuelto a volar otra vez. ¿Por qué ha fracasado el nuevo Caiga Quien Caiga? Porque la derecha es el nuevo punk. En este caso ha sido Pablo Iglesias el que ha arrancado de la manos el micrófono a Quiles y lo ha lanzado lejos de sí, al ser preguntado delante de su bar sobre el posible descontento de los empleados de su bar. Además de quitarle el micrófono y tirárselo a lo lejos, Iglesias llamó a Quiles “basura” y “fascista”. La técnica es bien conocida: se Insulta mientras se agrede para justificar la agresión.
#URGENTE | Pablo Iglesias actúa un como matón y me lanza el micrófono cuando le pregunto por las denuncias que ha recibido por acoso.
— Vito Quiles 🇪🇸 (@vitoquiles) April 8, 2025
Máxima difusión, en esto ha quedado Podemos. pic.twitter.com/EvSGTWTyoh
Podría pensarse sin embargo que lo fascista es el poderoso que se niega a responder preguntas y rompe micrófonos. Pero no todos los micrófonos. Esta vez ni siquiera estábamos ante el Vito Quiles que se puede llegar a poner pesado por la calle persiguiendo a un político, aunque eso le vaya un poco en el sueldo al político, sino ante una rueda de prensa en la calle con múltiples medios, TVE o EFE incluidas por supuesto. No es entonces que a Iglesias le molestaran los medios, sólo los medios desafectos. EFE y TVE serían medios afectos.

Que a un político, ex-político, o activista político le moleste un medio no deja sin embargo de ser legítimo. Lo ilegítimo es que vete a ese medio por ser desafecto o de un paso más allá usando incluso la violencia física para dejar de responder a ese medio. O eres un medio afecto, a te arrancan y te rompen el micro. Y después resulta que la basura fascista es el otro.
🇪🇸 La periodista woke Ana Pardo de Vera le tira al suelo el micrófono al periodista negro Bertrand Ndongo y le grita “recógelo como gorila”. pic.twitter.com/hVWFzrRHR6
— Progresismo Out Of Context (@OOCprogresismo2) January 8, 2025
De todos modos no está mal que se retrate tan indisimuladamente el totalitarismo de Pablo Iglesias. Quien abiertamente defiende a Maduro o la dictadura cubana, no defiende la democracia. Y quien no defiende la democracia es normal que aspire a tener delante sólo los micros de los medios afines, como en Cuba o Venezuela, y a romper los micros del resto. Afortunadamente para Quiles de momento Pablo Iglesias sólo puede tirarle el micro y no meterle en la cárcel.
🇪🇸 | El PSOE registra una propuesta con sus socios para vetar a los periodistas incómodos: expulsará del Congreso a quienes publiquen información que el gobierno no considere «veraz» y no podrán grabar sin su permiso ni fuera de los espacios que ellos autoricen. pic.twitter.com/fv1M18CMEx
— ʜᴇʀQʟᴇs (@herqles_es) March 22, 2025
No estamos de todas formas ante un hecho aislado. Hace poco era Antonio Maestre el que le tiraba el micro a Vito Quiles, y también hace poco vimos a Ana Pardo de Vera haciendo volar el micro de Bertrand Ndongo, además de llamarle «gorila». Toda la prensa de izquierda rió por cierto la gracia. Toda esa prensa sumisa al sanchismo a la que por tanto el sanchismo no le arranca los micros. Sin embargo con todo esto la izquierda está haciendo algo más que retratarse, está legitimando que dentro de algún tiempo pueda hacer lo mismo cualquier político de derechas cuando alguien vaya a preguntarle algo incómodo. O el lanzamiento de micro es divertido o no es divertido, pero si lo es, lo es para todos.
Rufián pide multas de 250.000 euros a los propagadores de bulos.
— Adolfo (@adolfopamplona) November 13, 2024
El mismo Rufián que denunciaba el ahorcamiento por parte de la extrema derecha de un muñeco de Junqueras, que en realidad había colgado una sección especial de ERC dedicada a operaciones de falsa bandera. https://t.co/uHPSgQOeJ1 pic.twitter.com/1VicRJXymG
Ayer mismo nos hacíamos eco de la fuga fuera de España de la Youtuber Begoña Gerpe. Contaba esta Youtuber que se marchaba a Andorra no sólo por la persecución y el señalamiento que ya está sufriendo, sino al ver en el Congreso a personajes como Rufián proponiendo multas de cientos de miles de euros para los opinadores desafectos. El lanzamiento de un micro no es por tanto un hecho meramente anecdótico, sino que en esta España de Pedro Sánchez y sus socios totalitarios de convierte en un acto simbólico.