> N. C. Hace unos meses, un alto cargo de obras públicas del Gobierno de Navarra afirmaba que muchos accidentes laborales ocurridos en la construcción de equipamientos públicos se debían en parte a la presión de la política. A veces, se fuerza en exceso la ejecución para conseguir que las obras estén terminadas en un plazo breve, de modo que el líder político se haga la foto de la inauguración, algo muy útil en campaña electoral. Según nos informan, así puede estar sucediendo en la construcción de la estación de autobuses de Pamplona. Desde hace muchas semanas se trabaja de lunes a domingo, en horarios que van desde el amanecer hasta la medianoche. Hay máquinas que soportan cargas de trabajo excesivo y, con todo esto, aumenta el riesgo de accidentes. Parece que se está intentando recuperar el mes perdido en las labores previas, pero este objetivo no debiera anteponerse a la seguridad.