El Paseo Sarasate a las 21 horas se sigue llenando de paseantes que reclaman libertad y la dimisión de Pedro Sánchez. Día tras día un nutrido pero no apelotonado grupo de pamploneses acude con sus mascarillas a aprovechar esa pequeña rendija por la que, no sin alguna dificultad, poder expresar su exigencia de responsabilidades al gobierno y de recuperación de la libertad.
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De la nefasta gestión sanitaria de este gobierno, ante las cifras de contagiados y muertos, poco se puede decir viendo cómo una semana convocan multitudes a manifestarse y la semana después declaran el confinamiento más severo y económicamente destructivo del mundo, con la obvia relación entre lo uno y lo otro. O cómo un día dicen que el control de fronteras es xenofobia y 30.000 muertos después imponen una cuarentena de 14 días a todos los turistas; los turistas que con esas condiciones no van a venir, por supuesto. Aquí también hay una obvia relación entre lo primero y lo segundo. O cómo se pasan dos meses diciendo que las mascarillas no sirven para nada y 30.000 muertos y 2 millones de contagiados después -una vez más es obvia la relación- las hacen obligatorias. ¿Qué tiene de extraño que mucha gente salga como pueda a la calle pidiendo dimisiones dentro de las enormes limitaciones que les imponen los dimisionarios?
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La preocupación por la libertad no es menor que la sanitaria o la económica y, si alguna duda podía haber respecto a la inquietud de los manifestantes, la forma en que se está actuando contra ellos confirma que su inquietud estaba justificada. La presión sobre quienes se manifestaban contra el gobierno comenzó por la policía, pero ahora ha subido de nivel con la aparición de grupos paragubernamentales violentos que actúan contra la oposición al más puro estilo venezolano.
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En lo que respecta al Paseo Sarasate, por ejemplo, la presión policial fue sucedida el miércoles por la presencia de un grupo de radicales abertzales que pretendían intimidar a los paseantes de la libertad. En un primer momento podía extrañar que la izquierda abertzale saliera a defender al PSOE de los navarros que protestaban contra el gobierno. Pero claro, visto lo que estaba sucediendo en el Congreso de los Diputados ahora se entiende todo.
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