El bien del niño es uno de los derechos humanos fundamentales, reflejado de manera incuestionable en los tratados internacionales. Pese a esto, muchos países ignoran aún el problema de la gestación subrogada o hacen la vista gorda a prácticas de tráfico de niños. Necesitamos una nueva legislación, adaptada a los retos modernos, que solucione el problema de los vientres de alquiler de una vez por todas.
Hay casos en los que los compradores de niños se resignan a la compra. Esto ocurre, sobre todo, debido a enfermedades de los niños, aunque no es esta la única razón. En este caso, la mujer decide, habitualmente, abandonarlo. Estos bebés recién nacidos son destinados a orfanatos públicos. «No nos la llevaremos a América. Esta niña está enferma y es incurable» dice gente que quiso comprar a Bridgette, hoy una niña de Ucrania perfectamente sana, a la que el negocio de los vientres de alquiler ha privado de su identidad y una familia.
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Los vientres de alquiler son un negocio lucrativo en el que los agentes consiguen beneficios. Anualmente, la organización Man Having Babies organiza una feria de niños durante la cual, las personas del mismo sexo interesadas pueden elegir a una mujer cuyo vientre contratarán. También pueden elegir la raza del niño, su sexo o su color de pelo. En 2020, un evento de este tipo tuvo lugar en Bélgica, pese a que la ley de este país prohíbe los vientres de alquiler. Como podemos ver, necesitamos nuevas soluciones legales a estos respectos.
A comienzos de 2020, la pandemia del COVID19 estalló, resultando en el cierre de fronteras en la mayoría de países del mundo. Como consecuencia, casi un millar de bebés recién nacidos que fueron gestados a petición de clientes occidentales se quedaron atrapados en Rusia. Estos niños solo fueron cuidados debido a su valor de mercado y al deseo de obtener beneficio que tienen las clínicas de reproducción.
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Con motivo de ello, junto a varias entidades europeas y americanas que tienen como causa común la defensa de la dignidad humana y la familia (entre estas figura este digital, España – Navarra Confidencial) se ha lanzado, desde el Instituto Ordo Iuris de Polonia, una campaña dirigida a la Organización de las Naciones Unidas para frenar la práctica de los vientres de alquiler.