La imposición de los símbolos vascos

El nacionalismo vasco anda un tanto alborotado y quejoso tras la aprobación la semana pasada en el Parlamento de Navarra de una resolución del PPN por la que se insta al Gobierno de Navarra a que en los actos solemnes se interprete, además del himno de Navarra, el himno de España. La resolución fue aprobada con el apoyo de UPN y la abstención del PSN. Para la mayoría de los representantes de los navarros, lo normal es que la inmensa mayoría que se siente felizmente navarra y española no tenga que ocultar sus himnos y sus símbolos, lo anormal sería tener que ocultarlos. Cierto que lo anormal ha sido lo normal durante mucho tiempo por estos pagos. En todo caso, el nacionalismo vasco parece un tanto olvidadizo sobre la forma en la que, por ejemplo, se aprobó el mismísimo himno vasco.

La «normalización» de Sabino Arana

Como todo el mundo sabe, la propia Ikurriña es una bandera de partido, diseñada por el líder del PNV y su hermano como bandera del partido en Vizcaya. El hecho no es baladí porque sólo en determinados regímenes totalitarios (como la URSS o la Alemania nazi) es característico que la bandera de un partido se convierta en la bandera de toda la nación. En el caso particular del himno vasco, ya que hablamos de himnos, interesa recordar lo que acerca de él dice la propia web del gobierno vasco:

“El Himno Oficial de Euskadi-Eusko Abendaren Ereserkia fue aprobado por el Parlamento Vasco mediante la Ley 8/1983, el 14 de Abril de 1983. Desde ese momento, el himno junto con la Ikurriña (bandera vasca) se ha convertido en uno de los símbolos de identidad más representativos del Pueblo Vasco.

El Eusko Abendaren Ereserkia no tiene letra y está basado en una melodía popular de autor desconocido que se interpretaba antes del inicio de la danza, a modo de saludo a la bandera. Más tarde, el inspirador del nacionalismo vasco, Sabino Arana Goiri, compuso un texto y lo adaptó a la vieja melodía, creando, así el «Gora ta Gora», himno oficial del Partido Nacionalista Vasco.

En 1935 el primer Gobierno Vasco, de concentración, formado por el PNV, PSOE, Partido Republicano, ANV y el Partido Comunista, aprobó el Himno Oficial tal y como hoy lo conocemos. Cuarenta y ocho años más tarde, en 1983, el Parlamento Vasco consideró que esta melodía ya había sido despojada de todo carácter partidista y superado todos los antagonismos, por lo que asumió como propio el Himno entonces aprobado…”

Con mayor objetividad y precisión, Wikipedia recuerda que “Tras la recuperación de la democracia y la aprobación del estatuto de autonomía del País Vasco (1979), el 14 de abril de 1983 el Parlamento Vasco adoptó, con los votos del Partido Nacionalista Vasco y del CDS y la oposición del PSE-PSOE, Euskadiko Ezkerra y Alianza Popular, esta melodía como himno oficial, negando su carácter partidista. Los opuestos a esta medida, sí la consideraban partidista y apostaban por la adopción de la canción de José María Iparraguirre Gernikako arbola («El árbol de Guernica») o por la canción de José María de Gárate Eusko Gudariak («Los soldados vascos»)». Es decir que el PNV convirtió en símbolos nacionales los símbolos de su partido con la oposición de todo lo que ahora queda de los vascos no nacionalistas, aunque finalmente no consiguió imponer también la letra del himno. Cierto por lo demás que la “normalización” en la CAV de toda la simbología del partido ha triunfado. En otro ejemplo más reciente de simbología invasiva, el Parlamento vasco rechazó eliminar del escudo de la CAV el pabellón destinado a Navarra tan recientemente como hace sólo dos años.

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21 respuestas

  1. Ivan10

    De todos mis comentarios sólo se ha quedado con el primero? Está ud enfermo. Poner una bandera gigante en CondeRodezno cuesta 500€. Si me da un mail le mando los presupuestos (obra y bandera incluidos). Pero bueno… Entiendo que lo que quiere decir es otra cosa.

    Pero si cerrar empresas públicas ruinosas y quitar Phaetones no lo ve usted como un menor gasto y por tanto una oportunidad para bajar impuestos (y por tanto fomentar la inversión, el emprendurismo…) es que estoy enfermo muy por encima de sus posibilidades.

    Se le ve el PluNeroV amigo!

    Txantrea
    Qué bueno lo suyo!! Pregunte a los expertos en merchandaising y verá cómo le dicen que no hay PCs con la bandera de Navarra, ni relojes, ni cuadernos de viaje, ni chaquetas, ni abrigos… Ay! Está usted seguro que lleva la de Navarra? No será blanca, verda y roja. De esa sí que hay… Hasta balones de fútbol. O es usted daltónico?
    Ay! Ay! Ay!

    Lo mejor, que se cabreen ustedes porque alguien sienta amor por la bandera de España. Señal que estamos en el buen camino.

  2. Sr Vecino: da la casualidad que es la primera medida, cuando el primer problema de los navarros no es ese sino otros mucho más importantes.
    Sr Clarete: no se si hay o no censura en este medio, eso lo tendrá que decir o hacer el editor, porque yo ni quiero ni puedo censurar a nadie. Simplemente he hecho un comentario jocoso porque parece que siempre que yo escribo, Vd también está leyendo NC.

  3. Hombre Ivan10!

    El primer problema de los navarros es que su adorada líder Uxue Barkos sigue cobrando de dos ubres públicas: El Gobierno de la opresora España que lleva machacando el nacionalismo vasco con la Guardia Civil desde el 712 a.C. y del Ayuntamiento de Pamplona que tan mal hace todo.

    Yo es que me orino encima.

    Pero nada, lea sólo la primera linea de todo. Y verá cómo le va por la vida.

  4. El problema (y la confusion) empezó cuando las tres Provincias Vascongadas, o bien Comunidad Autonoma, se alzaron con el nombre de Pais Vasco y nadie hasta ahora ha dicho nada.

  5. Sr. Ivan10, no sé por qué me parece que, cuando explicaron en su cole eso de los comentarios irónicos, Vd. hizo «borota». Pero todavía no ha contestado (no lo hace nunca) a la pregunta que le he formulado a través del Vecino.

  6. Efectivamente vecino de Uxue: En su afán por ningunear a Navarra niega que pueda haber PCs con la bandera de Navarra, ni relojes, ni cuadernos de viaje, ni chaquetas, ni abrigos, pero sí de la española y la «blanca, verde y roja» que además me quiere adjudicar maliciosamente.

    Pues en todos esos objetos, y más, tengo puesta la bandera de Navarra, como a sus amigos abertzales, aunque a usted le cabree que sienta amor por Navarra y la bandera que la representa.

    Y supongo que a usted le gustaría que la mía fuera la blanca, verde y roja para poder justificar su estrechez de miras, a no ser que el aguilucho que lleva en sus bandera hagan de usted un ojo tubo que solo ve vasquistas con rabo y cuernos en todos los que no comulguen son su ideología de una España grande y libre.
    Su coincidencia con los vasquistas en el punto de la bandera de Navarra hace que respire tranquilo sabiendo que voy por el buen camino

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