¿Hacia un modelo educativo en el que no haya libertad de elección?

En estos tiempos en los que se redobla el debate sobre la educación diferenciada, puede resultar útil recordar algunos datos curiosos sobre educación comparada.

Así, hace algún tiempo se publicaba la noticia de que 7 de los 10 mejores colegios públicos de Gran Bretaña eran centros de educación diferenciada. Si sólo se tenían en cuenta los centros privados, entonces eran 9 de los 10 primeros. Más aún: de esos 9 resulta que 7 eran de chicas.

De esta noticia se pueden extraer por lo menos tres conclusiones:

1-Que la educación diferenciada no es una cosa extraña excepcional que sólo existe en España 2-Que en Gran Bretaña, incluso, forma parte del sistema público de educación. ¿Y por qué no podría el sistema público ofrecer este modelo? 3-Que los colegios diferenciados, en Gran Bretaña, sacan los mejores resultados (siendo el 2% copan el 70% de los puestos de cabeza).

A la vista de estos datos, alguien podría llegar a la conclusión de que la educación diferenciada debería ser obligatoria, lo cual evidentemente sería un error, aunque más error todavía sería prohibirla o desconcertarla. Si lo primero sería un error por atentar contra la libertad educativa de los padres, lo segundo lo sería por atentar contra la libertad educativa de los padres y además hacerlo en el sentido menos lógico desde el punto de vista académico.

¿Qué sentido tiene la libertad educativa si no hay opciones entre las que elegir?

Para poder ejercer la libertad, hacen falta opciones distintas entre las que escoger. Si sólo existe una opción, entonces no hay libertad. Quienes defienden un modelo público, laico y euskaldún, por definición son una amenaza contra la libertad de elección. De hecho, atacando a los centros concertados, a los diferenciados y al PAI, sólo dejan algún resquicio a la libertad educativa de los ricos; es decir, a los que incluso sin concierto podrían pagarse colegios privados. Público, laico y euskaldún es un modelo legítimo siempre que pueda elegirse otro. En caso contrario es una mera imposición.

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4 respuestas

  1. Y agárrense que hay curva, porque emulando al Coma Andante Fidel, «el pueblo ya votó una vez» , y según dicen los troll que nos aquejan, los voceros del Régimen, «ahora nos toca a nosotros que vosotros habéis estado 40 años».
    Vaya fijación con lo de los 40 años, si la democracia sólo ha funcionado, y no al 100% 35 años. Claro que si les da por decir 35, igual les da por hacer rima con el 5, que me temo que es lo que están pensando, de manera política, en joribiarnos bien joribiados. Y con cargo al presupuesto. Ya verán el de 2016. Alucinarán.
    Por cierto, dar ayudas a la euscaldunización de los que fuera de la zona vascófona quieren acudir a recibir el maná del modelo D, y no darles comedor y transporte gratis a TODOS los que de la zona vascófona quieran huir de él, es un delito de discriminación y de prevaricación. Así que al loro con este tema.

  2. La ley mordaza que tanto critican cuando la impone el gobierno de Madrid, bien la saben aplicar en Navarra cuando se trata de coartar libertades ajenas.

  3. La verdadera libertad de elección en la enseñanza la tendremos cuando puedan instalarse y funcionar libremente centros que impartan las enseñanzas, con sus correspondientes titulaciones, de diferentes países además del nuestro, y con la posibilidad de acceder a dichas enseñanzas mediante el cheque escolar o algún sistema similar. Entonces se vería hacia donde se decantaba libremente la población. Ahí se contrastaría la bondad del sistema educativo de España con el de, p.e. Gran Bretaña, Alemania, Finlandia o Canadá. Así se daría cuenta más de uno de lo que vale un peine.
    ¿Creen Vds. que con los actuales gobernantes caerá esa breva?.
    ¿Creen Vds. que «Amada lider» y sus mariachis, tendrán dos minutos para pensar en esta posibilidad, aparte de las horas que dedican a inyectar en vena el mantra de la «escuela pública, laica y euskaldún»?.

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