¿Por qué no baja la gasolina tanto como el precio del barril de petróleo?
El asunto no es tan sencillo como parece y tiene varias explicaciones.
La que a todo el mundo le gusta, porque coincide con su visión conspirativa del capitalismo, es que las petroleras y las gasolineras se ponen de acuerdo para mantener los precios altos aunque baje el petróleo. A los empresarios del combustible, se supone, les interesa el precio de la gasolina o el gasóleo cuanto más caros mejor.
Y punto.
Sin embargo, siendo conscientes de que los empresarios de la gasolina están tan lejos de la santidad como el resto de los mortales, hay algunas explicaciones alternativas que, como mínimo, si no para descartar este argumento es evidente que al menos lo matizan bastante.
En primer lugar está el pequeño detalle de los impuestos.
El precio de los combustibles baja, los impuestos sobre los combustibles no.
Si, pongamos por caso, los impuestos sobre los combustibles representaran el 90% del precio del combustible, una bajada del 50% en el precio del petróleo sólo supondría un 5% de bajada en el precio de los combustibles, de 100 a 95. No estamos tanto como al 90% de impuestos pero sí en torno al 50%.
Otro elemento importante es el cambio del euro. Si el euro baja o el dólar sube la gasolina nos sale más cara, aunque descienda el precio del barril.
Luego está el hecho de que, aunque los consumidores siempre nos quejamos del precio de la gasolina, el caso es que la gasolina sí que ha bajado de precio en el último año y pico. Concretamente alrededor de un 20% desde que estaba a 1,5 euros.
Es además falso que a los empresarios del combustible les interesa un precio cada vez más elevado. Las ventas de combustible han caído drásticamente en el sector de las gasolineras en los últimos años, y con ellas los beneficios de los empresarios.
Por último, al menos hay que destacar otro factor y es el de que la gasolina o el gasoil son una cosa y el petróleo otra. Aunque existe una evidente correlación entre el uno y los otros, hay un proceso de transformación que también tiene sus propios costes fijos y su propio recorrido hasta que llega a nuestro depósito. El precio del petróleo es sólo uno de los costes del combustible. Hay otros muchos como los salarios, refinado, transporte, distribución, etc, buena parte de los cuales son fijos y, como decíamos, tienen su propio proceso.
Dicho todo esto, volvemos al titular, al fracking y al precio del petróleo.
El precio del petróleo está bajando, al menos en gran medida, gracias al fracking.
¿Qué es el fracking?
El fracking es un método de extracción de gas y petróleo mediante la inyección en profundidad de agua a presión. Con esta técnica se convierten en accesibles y explotables pozos de petróleo que anteriormente no eran viables. En Estados Unidos se estima que la generalización de este método ha aumentado las reservas probadas de gas cerca de un 47 % en cuatro años y en 11 % la estimación de existencia de petróleo (Wikipedia).
En consecuencia, los precios del gas y el petróleo descienden, especialmente por la utilización intensiva de esta técnica en los EEUU.
En el plato negativo de la balanza, el fracking es acusado de contaminar los acuíferos o, más particularmente, de provocar sismicidad inducida.
Si alguien intenta averiguar algo en la red acerca de los riesgos sísmicos del fracking, encontrará tesis que van desde la inocuidad del fracking hasta las que anticipan por su culpa un apocalipsis zombi.
Lo que a lo mejor resulta curioso, aunque lógico, es que detrás de las campañas de protesta contra el fracking pudiera estar la alargada mano de Putin. Para mantener la dependencia europea del gas ruso, según declaraba hace unos meses nada menos que el Secretario General de la OTAN, Rusia colabora activamente con las organizaciones ecologistas que trabajan contra la utilización de este sistema. A fin de cuentas, a Putin le interesa muy especialmente la dependencia energética de Europa respecto a Rusia.
4 respuestas
Read my lips:»It’s the energy, stupid».
Quien dice energía, dice economía, dinero…
Así que además de PODEMOS, también Greepeace y otros ecolojetas sandías, se financian por potencias extranjeras. Nunca lo hubiera sospechado….no te jode. A mi lo que me sorprende es que no los entrullen por traidores y espías,y por delito fiscal, al menos, como a Al Capone,algo es (¿sería?) algo.
De hecho EEUU ha pasado a ser autosuficiente,y las Comunidades Españolas que han adoptado el permiso de prospecciones van a tener una factura de energía por compra,mucho menor que Navarra,gracias izquierdosos,gracias.
El drama de España es que a unos los financian EE.UU. y llos poderes financieros europeos y a los otros los financian Rusia, Irán y Venezuela.
¡Ay, España!¡No te dejan ser tu misma!
¡Despierta!
La bajada de los precios del petróleo tiene la exclusiva explicación de que así lo ha decidido el «cártel del petróleo». Los grandes productores mundiales prefieren sacar más petróleo al mercado si con eso hacen menos rentables las nuevas inversiones en fracking. Cierto es que si aumenta la competencia, los precios bajan.
No obstante, la explotación de yacimientos en España no va a repercutir en nada al bolsillo del ciudadano. Las empresas que lo hacen son privadas y actúan en mercados globales.
Personalmente no hay ahora mismo fuente de energía que me dé más miedo que el fracking. Basta con informarse realmente de cuál es el procedimiento empleado para que a uno le entre auténtico pánico.
Prefiero que el precio global del petróleo baje gracias a que los norteamericanos contaminen sus acuíferos y tierras.
Yo veo más propio de un pueblo tonto lo que hacemos aquí con el sol. Se supone que este es el país del sol y ya Reino Unido o Francia tienen tanta potencia fotovoltaica instalada como España. Alemania tiene ocho veces la potencia española. Italia casi cuatro veces. Ya es más barato que un ciudadano produzca su electricidad con paneles que comprarla a Iberdrola. Sabemos entonces porqué el Gobierno está sacando esta normativa que impide de facto autoconsumir…, verdad? Correcto! las próximas elecciones, los del PP se van a casita y necesitan hacer favores para tener una onerosa «jubilación». Nuevamente… el pueblo paga la fiesta!