Sólo en el día de ayer se produjeron en Italia 133 muertos por el coronavirus. La cifra resulta espeluznante porque malamente podemos pensar que Italia ha alcanzado el pico de infectados y muertos. Es decir, probablemente en los días o semanas futuros va a haber más de 133 muertos diarios en Italia. 133 muertos diarios significa 48.545 muertos al año; quizá más, quizá muchos más. Lo que sucede en Italia posiblemente no va a ser muy distinto de lo que suceda en Alemania, Francia o España. No tiene sentido anclarse en un idea sobre si el coronavirus es una amenza grave o no y quedarse para siempre instalado en esa idea. Si la realidad indica que la amenaza es más grave de lo que pensábamos, habrá que adaptar nuestras ideas sobre el coronavirus a la realidad.
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Otra noticia inquietante de este mismo fin de semana, sin salir de nuestras fronteras, es la de que se han producido 60 infectados en un funeral en Vitoria, muchos de ellos vecinos de la localidad riojana de Haro. Con estos niveles de contagio no hablamos de una especie de gripe normal. La amenaza del coronavirus viene dada por varios factores, uno de ellos la mortalidad y otro la contagiabilidad. Si la mortalidad es similar a la gripe, pero la contagiabilidad es 10 veces mayor (es un suponer), el coronavirus dejará un rastro de cadáveres a su paso mucho mayor que el de la gripe.
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Otro problema derivado de la contagiabilidad del coronavirus es el posible colapso del sistema sanitario. Aquí la amenaza es al menos doble una vez más. Por un lado el sistema sanitario se puede encontrar de golpe con grandes cantidades de personas que requieren hospitalización sin que haya recursos para atenderlas. No tenemos los hospitales, las camas ni el personal para un contagio masivo de la población. Ahora se entienden mejor las imágenes de los chinos construyendo hospitales en tiempo récord. La otra amenaza es precisamente que el personal sanitario también se contagie. Acabamos de verlo en la CAV donde, evidenciando una total falta de preparación ante la amenaza, el primer caso de coronavirus ha desarbolado el sistema sanitario y ha puesto en cuarentena a 100 médicos.
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Como remate del cóctel tenemos a nuestros políticos bienamados, que prácticamente no han tomado ninguna medida hasta ahora para controlar la expansión de virus en España. Pablo Iglesias y Pedro Sánchez están desaparecidos, no han dedicado ni un minuto a hablar de este asunto que puede ser lo más grave con diferencia que está pasando en el mundo en este momento, no sólo a nivel sanitario sino económico. ¿Cuántas localidades se pueden poner en cuarentena o cuántas actividades se pueden suspender sin gripar la economía? Parece como si el gobierno espera a que haya miles de infectados (ya tenemos cientos) para tomar medidas, cuando las medidas hay que tomarlas precisamente antes de que haya miles de infectados. Cuando haya miles de infectados, seguramente las medidas de contención ya no sirvan para nada. Desde luego antes del 8M no se ha hecho nada, ya sea por el 8M o porque el gobierno no percibe la gravedad del problema.
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