Los detectores de micromachismos están que echan humo, sea ante amenazas reales o imaginarias, amplificadas por las redes sociales y la corrección política organizada. El último objeto de debate es el cartel la Feria de San Fermín, cuya imagen ilustra esta noticia y es lo primero que hay que mirar antes de seguir profundizando en la polémica.
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Al parecer, el detonante que echa a rodar pendiente abajo la bola mediática es una entrada en Facebook de un usuario llamado Arturo Duque Casas que ni siquiera habla de la manada, sino que simplemente comenta: “Vaya cartel machote para un San Fermín/18”. No obstante, en seguida aparece un comentario que apostilla: “parece un homenaje a los de la mermada”, y ya esta formado el lío en las redes.
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Poco después, uno de los blogs albergados en la web del diario Público abre una entrada titulada “El cartel taurino de San Fermín 2018 parece un homaneja a La Manada”, en la que se concluye que “cualquiera de los cinco cabestros que violaron a una adolescente durante los ‘sanfermines’ del año pasado podría sentirse perfectamente representado en el cartel” y que “el guiño a ‘La Manada’ es tan obvio que el cartel resulta obsceno”.
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Si, por otro lado, visitamos la web de la Feria del Toro, lo que nos encontramos es una entrada del mes de abril en la que se explica que el autor del cartel es un artista francés llamado Loren Pallatier, y que lo que observamos en el cartel es según el autor “un minotauro que da la espalda al observador porque se encuentra corriendo el encierro”. El Minotauro es un personaje mitológico mitad hombre mitad toro, que vivía en un laberinto de la isla de Creta, construido por Dédalo para retenerlo. Los atenienses, tras una guerra con los cretenses, fueron condenados a pagar un tributo periódico de 7 jóvenes y 7 doncellas, que eran introducidos en el laberinto y devorados por el Minotauro. Todo esto, naturalmente, habría pasado varios miles de años antes de la sentencia de la manada. Al final, Atenas envió a Creta a un héroe, Teseo, a que acabara con el Minotauro y el tributo de vidas humanas, cosa que Teseo consiguió gracias a la ayuda de Ariadna, hija del rey de Creta, la cual se enamoró de Teseo y le ayudó a cumplir su misión dejándole un ovillo para que lo atara a la entrada del laberinto y así el hilo le permitiera encontrar la salida tras acabar con el Minotauro.
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La polémica, sin embargo, no se ha agotado con el cartel de la Feria del Toro
El propio blog de Público, no satisfecho con el debate sobre el cartel, ha criticado también el cartel de los Sanfermines de este año, concluyendo que tampoco es políticamente correcto porque “muestra un incomprensible cuadro costumbrista en el que una pareja de incas mulatos bailan un changó en la calle. Por lo menos han tenido la delicadeza de no poner una coreografía de cinco danzantes manteando a una turista”. Como se ve, los autores del blog siguen obsesionados con buscar referencias a la manada, como la mitad de los tuiteros de España en constante labor de patrulla y vigilancia. Con tanto patrullaje y tanto Teseo ansioso de encontrar un minotauro fascista real o imaginario al que liquidar para convertirse en héroe mitológico, no es de extrañar que continuamente aparezcan manchas en la pared que recuerdan a Hitler y cafés cuya espuma es un claro retrato del Prenda.
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Evidentemente el cartel anunciador de los Sanfermines de este año, “Pamplona, ciudad de luces”, por un lado está inspirado en la película musical La-La-Land y por otro tiene como protagonistas a los dos gigantes americanos de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona, Braulia y Toko-Toko. Los gigantes de Pamplona, cuyo origen se remonta allá por el año 1600 después de Cristo, o 418 antes de la sentencia de la manada, representan una pareja de reyes americanos, una pareja de reyes africanos, una pareja de reyes asiáticos y otra pareja de reyes europeos.
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No es que el mensaje sea muy republicano pero mestizaje y multiculturalidad a tope. Eso sí, como uno no se convierte en un héroe legendario como Teseo luchando contra muñecos de cartón piedra, es preciso reconvertirlos en símbolos de la opresión heteropatriarcal, la cultura de la violación y el franquismo, que hay que encontrar como sea. De este modo, todo progrenauta que pulula por la red en busca de dar un sentido a su vida de gafapasta, a través de estas batallas ciberespaciales se convierte en un intelectual imaginario y un héroe que se juega su vida virtual en una desigual e inenarrable epopeya contra el fascismo . Y ojo con decir algo porque en un parpadeo pasas a ser un defensor de la manada y un hitleriano, ya que el insoportable espejo que refleja su ridículo hay que romperlo.
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Un comentario
Q puto asco de gente! ya vale!!
Que si llevar camisa negra el 7 para protestar contra la manada, que si pañuelo morado en sanfermnes, que si esto es machista, que si toros sí o toros no…ya puto vale! El que quiera reivindicar que se busque otro foco mediático
Que nos dejen en paz almorzar con la cuadrilla, ir a los toros, pasear con los críos con los gigantes, ir a la procesión, comer por ahí, cantar, reír…