El PSN respondió ayer a la mano tendida de Navarra Suma amenazando veladamente con desestabilizar el Ayuntamiento de Pamplona. Ramón Alzórriz, nuevo portavoz del PSN en el Parlamento, señaló que “cuando unos hablan de estabilidad en el Parlamento, también tienen que mirar la estabilidad que hay en ayuntamientos”, recordando que hay “muchos ayuntamientos” en los que el PSN “tiene mucho que decir”.
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Los socialistas introducen de este modo un elemento de presión sobre Navarra Suma ya que el Ayuntamiento de Pamplona es susceptible de ser no ya desestabilizado, sino derribado mediante una moción de censura.
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De algún modo podría pensarse incluso que o en el Gobierno de Navarra o en el Ayuntamiento de Pamplona Bildu se esta equivocando. La postura del Ayuntamiento de Pamplona debería haber llevado a Bildu a no apoyar a Chivite, o bien la postura de Bildu en el Parlamento foral debería haberle llevado a apoyar a Esporrín.
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Desgraciadamente para Enrique Maya su designación como alcalde resulta reversible en cualquier momento como consecuencia de la aritmética política del consistorio. Y esa reversión, si tuviera lugar o no en algún momento, podría tener caso de darse diversas fórmulas, pero la posibilidad más o menos complicada de que suceda se encargó ayer por si acaso el PSN de recordársela a Navarra Suma. Y es que de momento no es Navarra Suma la que se opone frontalmente al PSN, que es una de sus posibilidades, sino el PSN el que se opone frontalmente a Navarra Suma.
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Un comentario
Es la tradición socialista: nunca han sido de fiar y nunca lo serán.