En Navarra afortunadamente no tenemos ningún volcán, lo que nos evita el tener que contemplar como nuestra tierra se convierte en un malpaís, al menos por motivos geológicos, pero tenemos en cambio a María Chivite, que nos puede convertir en un malpaís por motivos políticos.
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El Malpaís es el nombre que le dieron los conquistadores españoles a las tierras áridas de origen volcánico que se encontraron en Nuevo México, un nombre que sigue conservando en la actualidad en los EEUU y que hasta ha dado lugar a un parque nacional homónimo. El nombre vuelve a nuestros días por los dramáticos acontecimientos que está viviendo la población de La Palma y el avance de las lenguas de lava que engullen las plantaciones y las viviendas para, previsiblemente, dejar un futuro malpaís a su paso. Lo del gobierno de progreso que nos ilumina es distinto, aunque el resultado puede ser parecido en cuánto a convertirnos en un páramo de tipo económico.
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Con los últimos datos de paro registrado en la mano la presidenta Chivite ha tenido la ocurrencia de presumir de sus resultados económicos, diciendo cosas como que “este es el primer mes que bajamos las cifras del paro a niveles previos a la pandemia del COVID-19”. Bueno, pues esto no es del todo cierto. No tiene sentido comparar los datos del mes de septiembre con los de septiembre de 2020 ya en plena parálisis pandémica, la comparación habría que retrotraerla hasta septiembre de 2019 para poder hablar de un regreso a la normalidad. El problema que este pasado mes de septiembre hubo 32.688 parados registrados en Navarra, frente a los 30.437 que había en septiembre de 2019, el último mes de septiembre anterior a la pandemia, y eso sin contar con los 1.844 trabajadores que siguen en el limbo de un ERTE. No hemos regresado por tanto aún a los niveles previos a la pandemia.
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El Delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti, decidió aportar su granito de arena en el apuntalamiento de Chivite afirmando que el esfuerzo llevado a cabo por las arcas del estado “nos está permitiendo salir de esta crisis de una forma muy diferente a como salimos de la pasada crisis que gestionó el PP”, a lo que añadió: “Hay diferencia entre que gobiernen unos y gobiernos otros. Hay Gobiernos que, cuando hay una crisis, se esfuerzan en no dejar a nadie atrás y hay otros que la utilizan para que la brecha se incremente”.
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Las palabras de Arasti, que por otro parte son un clásico del argumentario socialista en los últimos meses, parecen olvidar que la crisis anterior en 2008 también la afrontó España con un gobierno del PSOE, que fue Zapatero el que intentó frenar el desplome económico con un plan de gasto público tan masivo como inútil llamado Plan E, lo cual le llevó poco más tarde a anunciar en el Congreso los mayores recortes de la historia y a entregar en 2011 un estado literalmente quebrado al PP. Eso sí, aunque fue el PSOE el que llevó al estado al borde la quiebra fue al PP al que le tocó lidiar con la impopularidad de volver a poner en un cierto equilibrio todas las cuentas públicas.
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Los recortes;
Zapatero, 2010. pic.twitter.com/bBSYo28Dap— Jesús Mayoral ,- (@jemayfe) April 13, 2020
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En realidad, el elemento distintivo en esta crisis respecto a la anterior es que en aquella la UE nos obligó a asumir una serie de ajustes draconianos a cambio de sostenernos para no caer en una quiebra pública. En esta crisis, por el contrario, la UE ha decidido financiar al estado español con 140.000 millones casi a fondo perdido. No es por tanto gracias al PSOE que esta crisis la está pudiendo capear el gobierno sin recortes, sino gracias a un cambio de criterio radical en la UE. Otra cosa es cómo acabe todo esto más adelante.
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La deuda pública de Navarra alcanzó los 3.620 millones en el segundo trimestre, el 18,5% del PIB https://t.co/6DYGJHobHR
— Pamplona Actual (@Pamplonaactual) September 30, 2021
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Por lo demás, a lo que estamos asistiendo es a un crecimiento de la deuda inusitado. Un endeudamiento que, una vez más, sólo es posible por el respaldo de la UE, y que por otra parte en Navarra asciende ya, cierto que no todo por culpa de Chivite, a los 3.620 millones de euros. Es decir, Chivite en todo caso por unos o por otros le deja a cada navarro como herencia una deuda pública por cabeza de 5.656 euros, cifra que supera los 22.000 euros si pensamos en una familia de cuatro miembros, o que casi alcanza los 12.450 euros si pensamos en cada navarro ocupado.
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El comité de expertos pide reducir el beneficio fiscal a las empresas https://t.co/Yv5vNTqUzw
— Diario de Noticias (@NoticiasNavarra) October 2, 2021
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Para colmo de males el gobierno izquierdista radical que pilota la Comunidad Foral no pierde ocasión de recordar todos los días a todo el mundo, dentro y fuera de Navarra, hasta que punto detesta a los inversores y empresarios, y cómo cada año tiene la intención aprobar medidas que les resulten más antieconómicas y asfixiantes, dando constantes nuevas vueltas de tuerca a la fiscalidad de las empresas. Para que no venga nadie a invertir y crear empleo a Navarra. Para que esto se convierta en un malpaís socialista abertzale.
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🧐 "Con la fiscalidad navarra es complicado traer talento y sin éste no van a venir empresas”
🤝Aracama, de @ifuturo y San Miguel, de @camaranavarra, sobre el #cocheeléctrico, #fiscalidad, #presupuestos y #ERTEs. La Brújula de la Economía @OCRNavarra
➡️ https://t.co/keGtMhTeKz pic.twitter.com/DwsuvApi2i— Institución Futuro (@ifuturo) October 2, 2021
Un comentario
Ya lo decía Hayek, las crisis económicas no son cíclicas, son generadas por el endeudamiento estatal, así que antes del 2030 habrá recortes sí o sí. ¡Mucha suerte y que pasen un buen día!