El energúmeno de la mesa donde no sabían hablar vascuence y las papeletas anuladas a VOX

Aunque en general podría decirse que la jornada electoral del domingo transcurrió en general en Navarra con normalidad y sin mayores incidencias, podríamos remarcar no obstante algunos sucesos puntuales que van de lo anecdótico a alcanzar ya una cierta gravedad.

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Así, por ejemplo, se reportó que en un colegio de la localidad de Astráin se registró un incidente violento cuando un suplente de mesa, al confirmarse que tenía que quedarse para ejercer la presidencia, reaccionó violentamente tirando varios montones de papeletas al suelo y golpeando una señal metálica, por lo que incluso acabó resultando herido y precisando atención médica, lo que desembocó en que quien acabara ejerciendo la presidencia de la mesa fuera el segundo suplente de presidente, imaginamos que embargado por una felicidad indescriptible.

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Un segundo incidente reseñable tuvo lugar en Pamplona, cuando un votante, al dirigirse a los miembros de la mesa en euskera y encontrarse con que ninguno hablaba vascuence, reaccionó violentamente dando un golpe a la urna la cual se rajó. Notificado este hecho a la junta electoral, se decidió que la urna no tenía daños lo bastante graves como para comprometer su integridad y que se continuara la votación normalmente aunque fuera con una urna rajada. La gravedad en este hecho depende de la respuesta que le demos a la pregunta de si fue la actuación aislada de un cabestro o si, aparte de ser un cabestro, es también el producto de un cierto discurso, tanto sobre la existencia de un supuesto derecho absoluto a vivir en euskera como a destrozar cosas como protesta política. Esto lo defendía sin ir más lejos hace unos días la candidata de Bildu. Lo del derecho absoluto a vivir en vascuence sin utilizar el español resulta también llamativo porque, en virtud de la misma lógica, habría que asumir un derecho absoluto a vivir en español sin tener que utilizar el vascuence. O sea, que podrían haberse encontrado en la mesa electoral un grupo de personas que todas hablaran español y todas hablaran euskera, pero que no pudieran comunicarse al negarse a hablar las unas en la lengua en que querían comunicarse las otras, y acabaran a golpes con el mobiliario por su derecho absoluto a hablar y ser contestadas en sólo una de las dos lenguas que todas conocían.

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El tercer incidente a reseñar no sucedió en un lugar ni en una mesa sino en varias en diversos lugares de Navarra. Según denuncian miembros de VOX, el hecho de que las papeletas proporcionadas por correo por esta formación fueran más pequeñas que las que se encontraban en los colegios electorales, aunque ambas fueran legales, provocó que en algunas mesas se intentaran descartar como votos nulos. También hubo mesas en las que se intentaron anular votos a VOX por no estar las papeletas en bilingüe. Allá donde había interventores de VOX o esto no sucedió o al menos se reseñó en las actas como incidencia, para dar lugar a la consiguiente reclamación, pero hubo lugares en los que ni siquiera quedaron reflejadas en las actas este tipo de incidencias. En todo caso, según prosperen o no algunas de estas reclamaciones, aún podrían subir ligeramente en Navarra los votos a VOX.

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