Una de las mejores frases sobre Franco es obra de Antonio Banderas, quien en una entrevista dijo tener la impresión de que Franco llevaba mucho más tiempo muerto en 1985 que ahora. Efectivamente en 2019 se ha convertido en una emergencia nacional desenterrar a Franco y enterrarlo en otro lugar. Ese lugar ni siquiera está claro todavía porque, según los magistrados del Supremo, a todo el mundo menos a su propia familia parece que le incumbe dónde se le entierra.
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Llevada la farsa al extremo, antes de enterrarlo podían sentar los huesos de Franco en un banquillo del Supremo y juzgarlo y condenarlo antes de enterrarlo. Para podernos quedar más tranquilos. Y todo el que se opusiera a juzgar al cadáver de Franco podría ser tachado como un fascista. Seguramente sería una buena idea fusilar el cadáver de Franco antes de volver a enterrarlo en nombre de la justicia histórica. Incluso fusilarlo varias veces, tantas como veces lo merecía. Que estas ocurrencias no las haya practicado nadie antes en ningún sitio no haría sino colocarnos como pioneros en la vanguardia contra el fascismo.
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Irónicamente, ningún partido político español con representación parlamentaria va nunca a la tumba de Franco nunca a ha hacer homenajes. Es decir, estamos luchando contra una amenaza y un peligro inexistente. Por contra, hay muchos partidos con representación parlamentaria que van a la tumba de Companys a hacerle homenajes. O a la de Sabino Arana. ¿Habría que desenterrar a Companys y trasladarlo a un lugar donde no se le pudieran rendir homenajes? ¿Dónde está el limite? ¿En ser de izquierdas o de derechas? ¿Es más urgente desenterrar a Franco que limpiar el callejero de referencias a Largo Caballero, Indalecio Prieto, Sabino Arana, el etarra “Stein” o el Ché Guevara? ¿Cuándo han sido juzgados todos los dirigentes genocidas de la Europa comunista? ¿Dónde están enterrados?
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Lo que se haga con el cadáver de Franco o el de Companys a fin de cuentas da igual, el problema es lo que hace que sea electoralmente interesante casi 80 años después desenterrar personajes históricos. Cambiar la tumba de Franco de sitio no arregla nada, no detiene nada, no pone punto final a nada, al contrario. Lo que por tanto a lo mejor interesa desenterrar de una vez es la memoria histórica de la izquierda, empezando por la del Partido Comunista y la del PSOE. La izquierda española ha encontrado un filón en la memoria histórica porque nunca se habla de lo que hizo la izquierda ni de lo que defendía la izquierda. Urge desenterrar las hemerotecas porque recordar sólo el 50% del pasado hace que primero el pasado alimente el odio en el presente, segundo que no se entienda el pasado, y tercero que vivamos atascados con el pasado.
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4 respuestas
Y la Iglesia ¿qué opina de todo esto?
¡Ay!
Y por fin, después de 83 años de combates el PSOE “ha ganado” la guerra civil española y ha rematado al dictador.
Las tropas de Franco fueron recibidas con entusiasmo en muchas ciudades españolas, especialmente en Barcelona. Aquella población que veía alborozada el fin de tantos horrores y penurias no daría crédito a los ataques a la memoria de Franco.
Sánchez tiene mucho en común con aquellos correligionarios de hace 80 años que provocaron la guerra civil llegando a asesinar incluso al jefe de la oposición Fractura la sociedad, destruye la democracia, rompe la separación de poderes, vulnera el derecho a la libertad de opinión y de cátedra y, por supuesto, favorece el anticlericalismo.
Sánchez quiere derribar la cruz del Valle de los Caídos y convertir el lugar en un homenaje a los compinches del terror rojo.
En la Almudena no pasaría nada excepcional; igual que ahora se mantiene el ordenen Cuelgamuros.
Franco merece seguir en el Valle. Fue él quien promovió la construcción para simbolizar la reconciliación de los dos bandos. No es un mausoleo hecho para sí mismo, como pretenden hacernos creer. pues no pretendía que lo enterrasen allí. Tampoco se trabajó en condiciones de esclavitud. Todo es mentira.
La separación de poderes queda oficialmente anulada.