La última victoria de Franco tendrá lugar gracias a Pedro Sánchez y a título póstumo. Irónicamente, si el fantasma de Franco se hubiera aparecido a uno de sus seguidores y le hubiera dado una serie de instrucciones para que las cosas sucedieran según sus designios, incluyendo que se infiltrara en el PSOE si fuera necesario, las cosas no hubieran sucedido de muy distinto modo a como están ocurriendo. Obviamente nadie pretende que Pedro Sánchez sea realmente un falangista infiltrado, aunque por los motivos que veremos a continuación podría pensarse que actúa como alguien que sí lo fuera.
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Sacar a Franco del Valle de los Caídos parece y seguramente es una obsesión de Pedro Sánchez y una parte de la izquierda, como el último castigo o acto de justicia contra el dictador. Se supone que los partidarios de que Franco se quede en los Caídos son muy franquistas y los partidarios de que Franco sea sacado de allí son muy antifranquistas. El problema es que este reparto de papeles choca con un pequeño inconveniente, y es en dónde colocaríamos si pudiera opinar al propio Franco.
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El hecho es que Franco, en realidad, no dejó documentalmente dispuesto en ningún sitio dónde quería ser enterrado y, al parecer, tampoco fue una cuestión que sus lugartenientes reunieran la inspiración necesaria en su momento para planteárselo directamente. De este modo, la decisión de enterrar a Franco en el Valle de los Caídos se considera que fue una decisión del gobierno de Arias Navarro, ratificada por Juan Carlos, una vez fallecido el “Caudillo”.
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Entre las referencias sobre el caso que pueden encontrarse, el historiador Paul Preston en su biografía sobre Franco, refiere que durante la inauguración oficial del Valle de los Caídos el 1 de abril de 1959 le realizó al arquitecto Diego Méndez la siguiente observación: «Bueno, Méndez, y en su día, yo aquí, ¿eh?». Sin embargo, numerosos testimonios también indirectos sugieren que no eran tales las preferencias de Franco. La hija de Franco, Carmen Franco, señala por ejemplo en un libro de memorias que quería ser enterrado en El Pardo.
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Esta voluntad de ser enterrado en El Pardo queda también reflejada en el libro «Mis conversaciones privadas con Franco», del general Francisco Franco Salgado-Araujo, primo de Franco.
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Cuando en 1988 murió Carmen Polo, la mujer de Franco, su hija la citada Carmen Franco llegó a pedir al gobierno de Felipe González que se trasladasen los restos de su padre Francisco junto a los su madre en el panteón familiar del cementerio de Mingorrubio-El Pardo. El presidente socialista, no obstante, decidió desechar la petición y dejar quietos a los muertos, como mucha gente hoy en día sigue pensando. Y es que el problema no es tanto dónde debe estar Franco, sino mover a los muertos ajenos. Todo ello a mayor gloria de un interés electoral puntual e hipotético. Es posible además que, si las cosas se hubieran llevado de otra manera, tal vez hasta podrían haberse hecho en algún momento por acuerdo. También es posible que el traslado fuera necesario aquí y ahora y que el desacuerdo puntúe más en las encuestas que el acuerdo.
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Que la decisión de desenterrar a Franco y llevarlo a El Pardo le de o no le de votos a Pedro Sánchez en 2019 habrá que verlo, pero el hecho es que al final Pedro Sánchez acabará siendo el instrumento de Franco para salirse con la suya 44 años después de muerto, con lo que Franco sigue ganando batallas desde la tumba. También podría decirse que las posturas en este asunto se dividen entre los partidarios de dejar a los muertos en paz y los partidarios de desenterrar a Franco, bando en el que estarían los franquistas, o al menos parece que Franco.
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3 respuestas
Gracias no sólo a Pedro Sánchez, sino también a Mariano Rajoy que con mayoría absoluta no derogó la ley de revancha histórica y a Pablo Casado, Albert Rivera y a la siempre valiente Conferencia Episocpal que callan como muertos.
Conjeturas aparte, lo grave del caso es que el Tribunal Supremo ha hecho saltar el estado de derecho por los aires. Los restos de un difunto pertenecen a su familia. Es requisito imprescindible el premiso para acceder a lugares de culto. Un gobierno en funciones debe limitarse a meros actos de trámite. Es ridículo argumentar urgencia.
No está actualizado este artículo. Tengan en cuenta los últimos sucesos del Valle de los Caídos y del Cementerio de Mingorrubio-El Pardo. Hay mucho más sobre el tema.