UPN califica de “injusto para Navarra” que el anteproyecto de ley orgánica para la quita de deuda de las Comunidades Autónomas excluya a la Comunidad Foral. “Sánchez castiga y Chivite calla”, ha denunciado Cristina Ibarrola adelantando su oposición al anteproyecto. Como todo el mundo recuerda, la quita de deuda autonómica fue una cesión de Pedro Sánchez a ERC a cambio del apoyo a su investidura. Puigdemont por supuesto ha hecho suya esta quita reclamando incluso una quita mayor.
La quita de la deuda autonómica catalana es una indignidad más en la trayectoria del PSOE que en términos políticos, si no penales, habría que denominar sin duda como corrupción. ¿O cómo llamar si no a comprar unos votos para beneficio particular con el dinero de todos?
El problema con la quita era cómo vendérsela al resto de los españoles. La única manera era presentarla, aunque sólo se había pactado con los nacionalistas catalanes, como una quita de deuda general. Todo el mundo saldría beneficiado por la quita. ¿Todo el mundo? Ya vamos viendo que no, y en el caso de Navarra al perjuicio general se puede sumar el perjuicio particular.
En cuanto al perjuicio particular para Navarra, está claro que si hay una quita de deuda que incluye a todas las comunidades menos a Navarra sufrimos un perjuicio particular. ¿Se podrá compensar este perjuicio en las negociaciones bilaterales con el gobierno central a la hora de calcular el Convenio Económico? De momento no hay noticia ni garantía de ello, por lo que hasta que las haya toda inquietud se encuentra justificada. El resto de comunidades ya tienen una participación garantizada y hasta cuantificada en la quita, nada de eso para Navarra.
En cuanto al perjuicio general, es evidente que la quita de la deuda autonómica no es en realidad más que un desplazamiento de la deuda. La deuda no se evapora, sólo sucede que pasa de ser autonómica a hacerse cargo de ella el estado central. Obviamente la deuda del estado central la pagamos entre todos, por lo que la quita es una ficción, al menos para la mayoría y desde luego para Navarra. ¿Por qué a Cataluña le conviene la quita? Porque si en una cena de 17 amigos hay un amigo que ha pedido ostras, champán y caviar, le conviene mucho más mancomunar la cuenta a que cada uno pague lo suyo. Naturalmente esto genera una injusticia pero, ¿qué le importa a Sánchez una injusticia mientras le pueda mantener en el poder? En el caso de Navarra (cada comunidad tendrá su cuenta), le corresponde pagar mediante el Convenio el 1,6% de la deuda del estado, ya que ese es el peso económico de Navarra en el conjunto estatal. Al mancomunar la deuda, la deuda estatal ya no es X sino X+83.000 millones. O sea, que a Navarra ya no le toca pagar el 1,6% de X (y sus intereses) sino el 1,6% de X+83.000. De entrada, el 1,6% de 83.000 millones son 1.328 millones más que tenemos que apoquinar.
