Asirón ve con buenos ojos que evolucionen los Sanfermines. ¿Y qué significa eso? Pues que se empiecen a cuestionar los actos religiosos, el propio nombre de la Fiesta, las corridas y los encierros. Naturalmente todos estos elementos, siendo esenciales, son voluntarios. Nadie está obligado a acudir si no quiere a la procesión, a los toros o a los encierrros. Al revés, si alguien quiere participar en la procesión sin ser Asirón lo que le puede pasar en la cuesta de Santo Domingo es que los mismos paisanos que se congregan para dar palmaditas al alcalde le cubran de insultos o le intenten agredir. Por poder, uno es libre en Sanfermines hasta de irse a Salou. ¿Cuál es entonces el problema con el nombre de la Fiesta, los encierros, las peculiares corridas de la plaza de toros de Pamplona o el Riau-Riau? Pues que eliminando todo eso dejan de ser las fiestas de Pamplona y se igualan en todo a la Semana Grande de San Sebastián o Bilbao. Como siempre, a los nacionalistas les sobra en Navarra todo lo que no sea un armonización con la CAV.
Asiron, a favor del debate en torno a los encierros y las corridas de toros: "Yo creo que está bien que los Sanfermines evolucionen" https://t.co/EOB3ySNYxd
— Diario de Navarra (@DiariodeNavarra) July 2, 2025
Así las cosas, como no hay Riau-Riau en la CAV, tampoco les gusta el Riau-Riau en Pamplona, por lo que un año más su celebración correrá a cuenta de la Peña Mutilzarra, que anima a celebrarlo no oficialmente de nuevo este 6 de julio a las 18:00 por vigésimo octavo año consecutivo.
La peña Mutilzarra también ha presentado recientemente su pancarta para este año, siguiendo la línea del año anterior, con un mensaje de defensa y mantenimiento de nuestras tradiciones más arraigadas. De este modo, la pancarta pone el foco este año precisamente en las corridas de toros, una de las escenas más emblemáticas de los Sanfermines.

La pancarta, explica la peña, tiene como eje central una escena costumbrista en la que el pueblo, expectante y festivo, observa la faena bajo la atenta mirada de San Fermín. La imagen «refleja el espíritu de la Vieja Iruña en su máxima expresión, donde se entrelazan historia, emoción y pasión por lo nuestro». Como detalle especial, en la parte inferior se incorpora un guiño histórico: la conmemoración de los 2100 años de la fundación de Pompaelo, un recordatorio de las raíces de nuestra ciudad. Aunque la peña presume de su carácter apolítico, y efectivamente sus pancartas no son como en el resto de peñas un revuelto de mensajes partidistas, a modo de destello en la pancarta puede apreciarse un pequeño gesto de “cariño” hacia la Agenda 2030, tan amada y consensuada por todos los pueblos, que nos hará pobres pero felices a todos. Felices menos seguro que pobres y de libres no dice nada, lo mismo no pase que no queramos no tener nada por las buenas. Por eso también que lo de no tener nada es más seguro que lo de ser felices con la Agenda, porque a la fuerza te pueden obligar a quedarte sin nada pero no a ser feliz. Cerdán aunque no aparezca en la pancarta tampoco parece que fuera muy partidario de no tener nada. Ahí lo tienen por tanto ahora, gozando de su infelicidad.