Zapatero es un tipo siniestro. Zapatero huele a azufre. Hasta llegar al gobierno Sánchez sin duda había sido el peor presidente de la historia reciente de España. Parece no obstante que ahora anda un poco picado con los desméritos de Sánchez y quiere evitar que el actual presidente le pueda quitar ese título. Sólo así se entiende que ZP regrese de su oscuro pasado para recordarnos hasta qué punto fue para España un presidente nefasto. Por otro lado seguramente es bueno para la liquidación del sanchismo que Zapatero vuelva a colocarse en el centro del debate político.
"Bajo mi Gobierno se terminó ETA, se entregó ETA y se rindió ETA. La historia es así": la rotunda reflexión de Zapatero https://t.co/Ckxlc2Yr58
— Cadena SER (@La_SER) June 12, 2023
El balance de Zapatero podría comenzar con una obligada mención a los atentados del 11M. De algún modo que una persona llegue al poder a la estela de unos brutales atentados ya es una anormalidad democrática. Aunque todavía existe una apreciable división respecto a aquellos atentados, de lo que no cabe duda es de que la izquierda en general y Zapatero en particular mantuvieron un comportamiento abyecto. Por supuesto tras los atentados, utilizándolos electoralmente con todas las capas de calzoncillos necesarias para que las elecciones se celebraran con las sedes del PP rodeadas, pero en el caso de Zapatero ya antes. Al prometer que sacaría a las tropas españolas de Iraq si ganaba las elecciones, en ese momento los terroristas islámicos empezaron a preguntarse qué podían hacer ellos para que Zapatero ganara las elecciones. El 11M fue la respuesta a esa pregunta. Y consiguieron su objetivo, además.
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Ya antes del 11M, Zapatero se había caracterizado por ser el político que, a través de la memoria histórica, el Prestige o el Yak42, había decidido recuperar el guerracivilismo en España, el odio entre españoles, la crispación política, la criminalización del contrario. El 11M sólo fue el epítome de aquella forma de hacer política. Bajo el camuflaje de unas formas suavonas, Zapatero se convirtió en el Largo Caballero del siglo XXI.
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Zapatero presume ahora de haber sido él quien acabó con la ETA, cuando más bien sucedió todo lo contrario y fue quien le devolvió las energías estando ya casi acabada. Obviamente la ETA había sido llevada a una situación crítica a lo largo de un proceso de décadas, con el sacrificio de muchos españoles de todo signo. Ese sacrificio costó a muchos la vida, como para que ahora venga a ponerse Zapatero la medalla. No es difícil identificar y separar a los que realmente acabaron con ETA de gente como Zapatero. En realidad la diferencia es muy sencilla. Quienes realmente lucharon contra ETA pagaron un precio por ello, a veces el precio más alto. Por el contrario, Zapatero se encuentra en un grupo totalmente distinto, un grupo de gente que no sólo no pagó un precio por luchar contra ETA, sino que buscó la manera de poder sacar de ETA algún beneficio. Lo que estamos viendo ahora con el PSOE y Bildu es la culminación de aquel cambio de estrategia en el que ETA pasaba de ser el enemigo a ser un potencial aliado.
¿Queréis escuchar al jefe de Sortu reconocer que son ETA? Pues tomad. Para los blanqueadores… https://t.co/OSbzxmbUqZ
— Juan O. 💚🧡 (@urederriano) November 23, 2021
Muchas veces hemos señalado que ETA fue llevada a un estado terminal primero por la acción policial y judicial, y segundo por la ilegalización de su brazo político. La lucha contra ETA no resultó verdaderamente eficaz hasta que se ilegalizó a Batasuna. Eso fue lo que cambio por completo el escenario. La izquierda abertzale no se planteó poner fin al terrorismo hasta que no se vio en el dilema de tener que elegir entre estar en las instituciones y la violencia. Por tanto fue mucho más determinante la ilegalización de Batasuna (en tiempos de Aznar) en el fin de ETA que las negociaciones de Zapatero.
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Todo lo contrario, Zapatero se encontró con una ETA terminal e ilegalizada, expulsada de las instituciones, agonizante, policialmente acosada y en plena crisis interna. Lo que hizo Zapatero fue insuflarle nueva vida. Al sentarse con ella a negociar ETA recrudeció su violencia para demostrar su fuerza. El resultado fue el atentado de la T4 en Barajas. Zapatero llegó a calificar de “accidente” aquel atentado.
Rodríguez Zapatero se refiere al atentado de ETA en Barajas como un 'accidente' | https://t.co/S4VaY9eY5J https://t.co/nSXmZMkutu
— @ppapanol (@ppapanol) May 31, 2019
¿Cómo hemos llegado a la situación actual en la que los nacionalistas han convertido a los votantes no nacionalistas en una especie en vías de extinción en la CAV y en la que Bildu es el interlocutor determinante de este gobierno? ¿Cómo hemos llegado a tener que ver otra vez cómo los asesinos volvían a las listas electorales de la izquierda abertzale? ¿Cómo hemos llegado a que haya constantes homenajes públicos a los etarras en las calles del País Vasco y Navarra? ¿Cómo hemos llegado a que Bildu tenga el poder de quitar o poner gobiernos sin tener que arrepentirse y permitíéndose el lujo de llamar presos políticos a los asesinos en vez de llamarlos asesinos? ¿Cómo es que Bildu ha podido volver a la legalidad sin pedir perdón y sin que se haya recuperado totalmente la libertad en el País Vasco y la CAV?
Dura carta del estudiante agredido en la UPV a la rectora: "Tengo miedo en la universidad" https://t.co/axHPEJKvEN El estudiante agredido denuncia la "impunidad" que gozan los radicales en la universidad pública vasca y reprocha que se "eludan responsabilidades" ante los hechos pic.twitter.com/Z6MroSvGzr
— Fundación Villacisneros (@FVillacisneros_) February 1, 2019
ETA no mata, pero no hay libertad. Hay un enorme trecho entre que ETA no mate y haya normalidad. Bildu no tenía que haber sido legalizado hasta que no se pudiera entrar sin miedo con una bandera española en El Sadar. Hasta que un alumno de la UPV no pudiera fundar una organización de estudiantes no nacionalistas sin recibir por ello una paliza. Hasta que el hijo de Iturgaiz no pudiera hacer vida normal. Hasta que un ertzaina no fuera señalado en las fiestas de su pueblo. Hasta que no se pudiera dar un mitin con normalidad en Alsasua, aunque no se fuera nacionalista. Hasta que un guardia civil no pudiera salir con una chica de Alsasua sin ser apaleado. Hasta que los “txabales” violentos de la izquierda abertzale no dejaran de recibir manifestaciones multitudinarias de apoyo. Hasta que se pudiera celebrar el Riau-Riau con normalidad. O hasta que en San Fermin un alcalde no nacionalista pudiera pasar por la calle Curia con toda tranquilidad. Primero la normalidad y luego si acaso la legalización. Al poner Zapatero primero por delante la legalización, para convertir a Bildu en un socio político y electoral, ya no ha sido posible desde entonces ningún avance real en la normalización. Habiendo sido legalizada antes de haberse recuperado la normalidad real, la izquierda abertzale ya no tiene estímulos para evolucionar. De lo que es responsable Zapatero es de eso, no de haber acabado con ETA. De hecho ya puestos ETA no anunció su desarme hasta 2017 y su disolución hasta 2018, todo ello gobernando el PP, no Zapatero.
#ÚLTIMAHORA: ETA anuncia su disolución en un comunicado https://t.co/KSxHUY2tkJ pic.twitter.com/Qs2nsvSEjJ
— 20minutos.es (@20m) May 3, 2018
Hay otra evidencia clara además y es que los paramilitares de ETA, como Otegui, no ven al PSOE y a Zapatero como enemigos sino con simpatía. Si Zapatero realmente hubiera acabado con ETA, Otegui odiaría a Zapatero. Por el contrario, Otegui se deshace en elogios hacia Zapatero. Dime a quién odia Bildu y te diré quién acabó realmente con ETA. Los grupos terroristas de toda Hispanoamérica buscan actualmente a Zapatero para que les consiga lo mismo que a la ETA. Quieren ser “derrotados” por Zapatero como la ETA. A eso se dedica Zapatero profesionalmente ahora.
Naturalmente no se puede cerrar un balance sobre la figura de Zapatero sin recordar que fue el artista que dejó el estado español en quiebra. El estado del bienestar lo quebró Zapatero. Todos los recortes que fueron necesarios para cuadrar las cuentas del estado fueron culpa de Zapatero. De hecho los primeros recortes de la crisis de 2011 ya los tuvo que anunciar Zapatero.
La presidencia de Zapatero acabó de forma tan calamitosa que renunció a ser el candidato del PSOE, dejó al partido en la estacada y el PP ganó con mayoría absoluta en las elecciones de noviembre de 2011. Zapatero es la prueba de que Sánchez no es una anormalidad en la historia del PSOE y que Sánchez no ha convertido al PSOE en algo distinto de lo que era. ¿De verdad no obstante el PSOE quiere recuperar para las elecciones de julio la figura de Zapatero? Maravilloso. A la oposición se le va Irene Montero, esa máquina de fabricar votos para la derecha, pero recupera al menos a Zapatero.
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Un comentario
Para que el prochequista, proetarra y pronarcontraficantes de Zapatero llegara al poder se asesinaron a 192 personas y se pusieron pruebas falsas; primero para desviar la atención y luego para incriminar a unos pobres idiotas que pagaron el pato, las altas esferas, el CNI, el Juez Bermúdez saben perfectamente quién estaba detrás de ese atentado, o más bien golpe de estado, y como dijo Aznar a modo de espita, no están en lejanos desiertos, sino muy cerca, demasiado,