San Honesto, la catedral de Pamplona y el «clauschís»

¿Quién es el patrono de Pamplona? ¿San Fermín, San Saturnino o San Honesto? Incluso entre los propios navarros y pamploneses la pregunta puede poner en evidencia algunas carencias. Porque efectivamente, tanto San Saturnino como San Honesto son patronos de Pamplona. ¿Quién conoce sin embargo a San Honesto? La catedral de Pamplona, para reivindicar la figura de San Honesto, y ya de paso la de los patronos de Navarra y Pamplona y la propia catedral, ha presentado un juego de mesa llamado “Clauschís”, que como su propio nombre sugiere es una mezcla de “claustro” y “parchís”.

Aparte de su acertada estética, la originalidad del juego consiste en sustituir los anodinos colores planos del parchís por las figuras de los dos patronos de Navarra y los dos patronos de Pamplona, sobre un tablero que representa el claustro de la catedral. Este original parchís se venderá inicialmente en el Museo de la Catedral.

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La elección del parchís no es casual, según las cifras el parchís, con toda su humildad, es el juego de mesa que más se sigue vendiendo en la actualidad, particularmente el parchís físico mediante el que se puede interactuar en cualquier reunión con los amigos o la familia. De todos los juegos de mesa posibles, por tanto, parece que el parchís era la elección más lógica, la que permite además incluir estos cuatro santos navarros en su dinámica de la forma más natural.

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Mención especial en este sentido merece la figura de san Honesto, que como se ha mencionado es el mayormente desconocido copatrono de Pamplona junto a San Saturnino, siendo además san Honesto copatrón de la Peña Mutilzarra.

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Para rememorar la figura de san Honesto hay que remontarse a la Pompaelo romana y pagana del siglo III, a la que enviado desde Toulouse por san Saturnino (san Cernin) llega para predicar el cristianismo, entonces una religión novedosa por estos pagos. La capacidad apostólica de san Honesto le lleva a conseguir, entre otros, la conversión del senador Firmo y la de su familia, incluido su hijo san Fermín. Efectivamente, el futuro san Fermín. El bautizo, por cierto, tuvo lugar en el pocico de san Cernin. No está claro si san Fermín fue bautizado por San Saturnino, que se había desplazado para la ocasión hasta Pamploa, o por el propio San Honesto.

Como detalle curioso final, Patxi Mendiburu señala que en el dibujo original de la fachada de la catedral -hecho por Ventura Rodríguez-, había cuatro pedestales sobre los que se erigían las estatuas de los cuatro santos que ahora protagonizan el claustrís: San Fermín, San Francisco Javier, San Saturnino y San Honesto. Pero, al final, se optó por no colocarlos y se quedaron los cuatro pedestales vacíos que observamos en la actualidad. Obviamente esto tampoco ayudó demasiado la causa de San Honesto que sigue siendo el mas injustamente desconocido de los cuatro, si no lo remedia el parchís.

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